El PSOE andaluz habló ayer un poco más claro, pero no todo lo claro que requiere una situación en la que cada actor parece esconder sus cartas. El lunes de después del último no fue un día para medir las distancias, donde cada cual miraba al otro sin que nadie se atreviese a definir su postura. El rechazo socialista a la investidura de Rajoy sólo ha dejado nuevas dudas sobre un mar de incertidumbre. Susana Díaz, que sólo realizó unas declaraciones de pasillo a la salida de la reunión de su Ejecutiva, aseguró que su partido se encuentra en un período de reflexión, y aunque suene a maniobra dilatoria, parece que es así, el PSOE carece de una postura clara después de que el Congreso haya rechazado al candidato del PP. Sí habló su secretario de Organización para trazar una opción y negar otra.

El número dos de Susana Díaz en el partido, Juan Cornejo, pidió que Mariano Rajoy se aparte del intento de investidura, que "dé un paso atrás y sea generoso", aunque eso no garantizaría la abstención del PSOE a otro candidato del PP. "Aún no", matizó Cornejo. Los socialistas andaluces se suman, así, a lo explicado por Felipe González el pasado viernes, cuando aconsejó al presidente que se apartase. Y segundo mensaje de los socialistas andaluces: el pacto entre el PSOE, Ciudadanos y Podemos es "inviable" porque los dos últimos actores son como el agua y el aceite. Por eso, sin citar al sujeto, aunque bien podría ser Pedro Sánchez, pidió que "no engañemos ni distraigamos a los ciudadanos, porque no podemos señalar un camino que es inviable y no va a dar frutos". "Hay una buena voluntad en la búsqueda de la suma de tres partidos que aritméticamente resuelve la situación, pero políticamente es inviable por el veto cruzado entre Podemos y Ciudadanos", añadió. A la vez que Cornejo realizaba estas declaraciones en Sevilla, el socialista Pedro Sánchez anunciaba que quería hablar con todos los partidos, incluido el PP, para dialogar.

Cornejo no se atrevió a indicar que el PSOE se abstendría ante otro candidato del PP, pero casi lo da a entender. Ante la pregunta de si una retirada llevaría a eso, dijo: "El PSOE de Andalucía no está en la abstención, aún no se ha producido el debate que lleve a esa conclusión. Se tomarán las decisiones en los órganos que correspondan". El número dos de Díaz se mostró seguro que Ferraz deberá convocar al Comité Federal para abordar la nueva situación del país, la nueva que, no obstante, es la misma desde diciembre del año pasado. "Que no sea Rajoy ayudaría al debate de investidura", insistió. Aunque el PSOE andaluz no suscribe la estrategia que Pedro Sánchez ha llevado hasta ahora, no se ha constituido como una facción opositora que proponga la abstención al PP. Es más, a raíz del nombramiento del ex ministro Soria como director del Banco Mundial, el PSOE andaluz ha desplegado toda la responsabilidad sobre Rajoy. "Son unos soberbios -dijo-, unos prepotentes, este PP no se merece estar gobernando en este país, no solo por el daño que han hecho en los últimos cuatro años, sino también porque a pesar de estar en minoría son unos arrogantes, y el mismo día de la investidura propone al ex ministro Soria para el Banco Mundial porque dice que es un puesto de funcionario". Y añadió: "¿Cómo pueden hablar de responsabilidad? ¿A quién se la piden? ¿Cómo pueden hablar de política de estado? Si con una mano firman un pacto anticorrupción y con la otra estaban proponiendo a Soria".

El PP no ha abierto ninguna reflexión sobre su candidato; es Rajoy y nadie más, no se cuestiona a un líder que ha ganado las elecciones en dos ocasiones y la segunda por más votos que la primera, es un líder es ascenso, aunque la cima aún sea muy baja para gobernar.