El Tribunal Supremo (TS) ha rebajado de cinco años de cárcel a tres años y medio la pena que le fue impuesta a un brigada de cocina que simuló ser jefe de compras para adquirir a una empresa francesa carne congelada por un valor de un millón de euros y que después comercializó en su propio beneficio.

La Audiencia Provincial de Madrid condenó a cinco años de cárcel a José Ignacio de Carlos Morales, militar destinado en el servicio de alimentación del Regimiento de Infantería Inmemorial del Rey como brigada de cocina y comedores, al considerarle responsable de un delito continuado de estafa en concurso con un delito de usurpación de funciones públicas. La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo le reduce ahora la pena al entender que no hubo "continuidad delictiva" en el delito de estafa porque sólo hubo "una operación de compra y una sola acción engañosa, aunque la carne hubiera sido entregada en fechas sucesivas mediante el transporte de siete camiones".

La sentencia de la Audiencia de Madrid consideró probado que el acusado simuló una identidad que no le correspondía para acordar con el apoderado de la empresa francesa Sogeviandes la compra de varios camiones de carne congelada para el Regimiento. La carne sería entregada entre junio y septiembre de 2004 en los almacenes designados por el brigada "a fin de ser comercializada en su propio beneficio" y el pedido fue plasmado con el sello del Regimiento de Infantería Inmemorial del Rey, indica la resolución. El cargamento de carne, valorado en 1.064.658 euros, fue abonado sólo en parte, ya que a principios de 2005 comenzaron a retrasarse los pagos y el acusado dejó una deuda con la empresa de 565.910 euros, cantidad a la que ha sido condenado a pagar a esta sociedad en concepto de indemnización .