La crisis catalana

Torra echa más leña al fuego

  • El president asegura que sólo negociará un referéndum de autodeterminación y no acatará una condena de los presos soberanistas

  • Propone una marcha "como la de Luther King" contra el "fascismo español"

Quim Torra, durante la conferencia que pronunció este martes en el Teatro Nacional de Cataluña, en Barcelona.

Quim Torra, durante la conferencia que pronunció este martes en el Teatro Nacional de Cataluña, en Barcelona. / Marta Pérez / Efe

Malas noticias para Pedro Sánchez y para la pervivencia de su Gobierno en minoría: el presidente de la Generalitat, Quim Torra, desprecia la oferta de Moncloa de una consulta para elevar el autogobierno catalán y sólo contempla un acuerdo sobre un referéndum por la autodeterminación. Segunda mala nueva: el Govern no aceptará una sentencia condenatoria de los políticos presos. Y una tercera: invita a la ciudadanía (más concretamente a la vasca, sin citarla) a que se sume a una "movilización continua" en defensa de " los derechos civiles, sociales y nacionales" en Cataluña, puntualizando por si quedara alguna duda que el independentismo "no ha renunciado a nada".

La propuesta de Torra, que recalcó que no aceptará ninguna sentencia que no sea la libre absolución de los dirigentes soberanistas en el juicio por el procés, se produjo el martes por la tarde en el Teatro Nacional de Cataluña (TNC), durante una conferencia de casi una hora ante cerca de 800 personas, en la que el president repasó las claves del "conflicto" con el Estado y esbozó su inquietante estrategia política de cara a los próximos meses.

En un escenario con un lazo amarillo y una senyera junto al atril, Torra hizo un "llamamiento solemne" al Gobierno de Sánchez a acordar un "referéndum vinculante y reconocido internacionalmente" para "renovar el mandato" del 1-O, "sin amenazas, sin violencia, sin miedo, sin guerra sucia".

Torra ofreció "diálogo y negociación para que el Gobierno español aproveche la oportunidad de convocar de manera acordada un referéndum de autodeterminación", como hicieron, recordó, los Gobiernos británico y canadiense hace unos años.

"Hago un llamamiento solemne al Gobierno del Estado a la negociación de buena fe. Sentémonos, escuchémonos, hablemos y negociemos, siempre con la paz y la democracia como principios de actuación", planteó Torra, que evitó vincular esta negociación a la puesta en libertad de los "presos políticos" y el "retorno de los exiliados", un vínculo que sí estaba incluido en su intervención escrita pero que él no llegó a verbalizar.

Torra, que empleó el castellano en algunos fragmentos de su discurso, ofreció al Estado dialogar, negociar y encontrar "conjunta y bilateralmente" una solución al conflicto en Cataluña, que "no renunciará nunca a su derecho de autodeterminación".

Bajo el lema de "libertad o libertad", Torra propuso iniciar una gran "marcha por los derechos civiles, sociales y nacionales de Cataluña", siguiendo, dijo, el ejemplo de "grandes luchas por la libertad" como la de Martin Luther King contra el "fascismo" español.

Una marcha que ha de ser una "movilización amplia, diversa y multitudinaria" y que, prosiguió, "empieza mañana y que acaba el día de las sentencias contra los presos políticos y que solo podemos concebir como absolutorias".

El president hizo un "llamamiento" a que en la Diada del 11 de septiembre haya una "asistencia multitudinaria que desborde la Avenida Diagonal de Barcelona para reivindicar la República Catalana y darle fuerza".

Torra advirtió de que "no aceptará" que los soberanistas que serán juzgados por el procés sean condenados, porque "en ninguna democracia del mundo puede ser delito poner urnas". "No nos resignamos –insistió– a unas sentencias injustas que sólo traerían más dolor, más conflicto, más represión. Sobre humillaciones no se construirá nunca nada".

Ante esta postura, el líder de Ciudadanos (C’s), Albert Rivera, urgió a Sánchez a aplicar en Cataluña el artículo 155 de la Constitución ante lo que el líder de la formación naranja considera "otra ofensiva para tratar de liquidar España".

La consellera de Presidencia y portavoz del Govern, Elsa Artadi, aseguró a su vez que el presidente catalán "no se cierra" a acudir al Congreso, aunque exigió "más detalles" sobre la propuesta al respecto que le hizo este martes la presidenta de la Cámara Baja, Ana Pastor.

La jornada del martes trajo pues un cúmulo de malas noticias para Sánchez, abocado al enfrentamiento con el PDeCAT y ERC, dos de los pilares de un Gobierno que debe empezar a sentir vértigo.

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