España

Más de un año sin atentados

  • El gendarme francés asesinado en un tiroteo en marzo y dos guardias que murieron por la explosión de un coche-bomba en Palma, las últimas víctimas mortales de la banda

ETA ha asesinado a doce personas entre la última declaración de alto el fuego de marzo de 2006 y el comunicado emitido ayer en el que los terroristas anuncian su decisión de no cometer "acciones armadas ofensivas". En concreto, han sido asesinados cuatro civiles, un policía nacional, un policía francés, un militar y hasta cinco guardias civiles.

ETA puso fin a su última tregua el 5 de junio de 2007. Activó la kale borroka para influir en el proceso, no cesaron las cartas de extorsión a empresarios vascos y navarros -exceptuando un pequeño parón veraniego- y perpetró un espectacular robo de 350 pistolas en el sur de Francia.

La última víctima mortal de ETA fue el jefe de brigada de la policía francesa fallecido en un tiroteo en Dammarie-les-Lys, en el sureste de París. Se trata del primer miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad franceses que muere a manos de ETA.

El atentado se produjo el 16 de marzo, ocho meses después de que, el 30 de julio de 2009, la banda terrorista asesinara a los guardias civiles Carlos Sáenz de Tejada García y Diego Salva Lezaún, de 28 y 27 años respectivamente, frente a un cuartel de la Guardia Civil en Palmanova, en el municipio mallorquín de Calvià.

El 19 de junio de 2009, el inspector de Policía Nacional Eduardo Antonio Puelles García, destinado a la Brigada de Información, y residente en Arrigorriaga, falleció tras la explosión de su vehículo, en el que la banda terrorista había colocado una bomba lapa, compuesta por entre kilo y medio y dos kilos de explosivo y colocada junto al depósito de combustible de su coche.

Era el primer atentado desde que el socialista Patxi López llegó en la Lehendakaritza.

El empresario Ignacio Uría Mendizabal, de 71 años de edad, fue la anterior víctima que dejó la banda terrorista ETA. Uría, dueño de una de las constructoras de la Y vasca fue tiroteado el 3 de diciembre de 2008 en Azpeitia cuando se dirigía al restaurante Kiruri, al que solía acudir diariamente.

El brigada del Ejército de Tierra Luis Conde de la Cruz murió el 22 de septiembre de 2008 en la explosión de un coche-bomba en las inmediaciones del Patronato Militar de Santoña (Cantabria). El coche, robado y preparado por los pistoleros en Francia y con unos 100 kilos de explosivos, causó varios heridos.

El guardia civil Juan Manuel Piñuel Villalón, de 41 años, también fue asesinado en la explosión de un coche bomba el 14 de mayo de 2008.

El 7 de marzo de 2008, dos días antes de las elecciones generales, el ex concejal del PSE-EE en el término guipuzcoano de Arrasate-Mondragón Isaías Carrasco, de 43 años de edad, perdió la vida después de recibir varios disparos el 7 de marzo de 2008. Fue tiroteado en portal de su casa en presencia de su esposa y de una de sus hijas.

Al finalizar el año 2007, los agentes de la Guardia Civil Fernando Trapero y Raúl Centeno fueron tiroteados en la localidad francesa de Capbreton. El 1 de diciembre de aquel año, tres etarras les acribillaron a balazos causando la muerte en el acto de Centeno, mientras que Trapero falleció en el hospital cinco días después.

Fue el 30 de diciembre de 2006 cuando ETA reinició sus asesinatos tras colocar una furgoneta bomba en el aparcamiento de la Terminal 4 de Barajas, acabando con la vida de los ciudadanos ecuatorianos Diego Armando Estacio, de 19 años, y de Carlos Alonso Palate, de 35 años.

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