La bomba con la que ETA atentó contra la rotativa y las instalaciones del diario El Correo en la localidad vizcaína de Zamudio en la madrugada de sábado al domingo estaba compuesta por cinco kilos de amonal. A las doce del mediodía de hoy se celebraron varias concentraciones en repulsa por el atentado. Las más significativas fueron las que celebraron la Asociación de Periodistas Vascos y el Ayuntamiento de Zamudio. El Rey y el Príncipe de Asturias también han mostrado esta mañana su rechazo a un atentado con el que los terroristas pretendieron "enmudecer la libertad de expresión", uno de los "fundamentos irrenunciables de una democracia".

Según los primeros análisis realizados por los expertos de la Ertzaintza la bomba que estalló pasadas las tres de la madrugada del domingo en una de las plantas en las que funcionaban las rotativas del diario estaba compuesta por cinco kilos de amonal y un detonador. El artefacto estaba dentro de una mochila que dejaron en el edificio situado en el polígono industrial Torre Larragoitio de Zamudio.

Los habitantes de la localidad vizcaína celebraron este mediodía una concentración para mostrar su repulsa al atentado etarra. Tras diez minutos de silencio la alcaldesa del municipio, Sorkunde Ayarza, dio lectura a una declaración de condena aprobada por unanimidad en esta mañana en un pleno extraordinario. El texto denuncia que ETA ha demostrado, "una vez mas", que "es incapaz de entender que Euskadi es un pueblo plural, donde cabe la libertad de pensamiento, de opinión e información" y expresa "su sincera solidaridad" con El Correo y sus trabajadores.

La concentración, en la que estuvieron entre otros la secretaria del EBB, Josune Aristondo, la portavoz del PP en Getxo, Marisa Arrúe, y el presidente de la fundación Sabino Arana, estuvo encabezada por el diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao, que al término del acto señaló que "si algo merece la pena en una sociedad libre es la palabra y ETA intenta quitárnosla y con este acto queremos transmitir al mundo podrido de ETA que no nos van a callar".

A esa misma hora, en plaza del Teatro Arriaga de Bilbao, se concentraban bajo la lluvia trabajadores de los medios de comunicación y periodistas convocados allí por la Asociación de Periodistas Vascos y por los comités de empresa de BEPSA, encargada de la rotativa y de 'El Correo'. Con su silencio mostraron su repulsa ante el atentado de ETA acompañados por dirigentes de la clase política. Allí estaban la presidenta del Parlamento vasco, el delegado del Gobierno en el País Vasco, Mikel Cabieces, la portavoz del Gobierno vasco, Miren Azkarate, los dirigentes PNV, Andoni Ortúzar y Josu Erkoreka, el secretario del PSE, Patxi López, el portavoz del PP en Bilbao, Antonio Basagoiti, y el presidente de EA, Unai Ziarreta.

Tras cinco minutos de silencio que acabaron en un gran aplauso, se dio lectura, en euskera y castellano, a un comunicado en el que se afirmaba que los ataques a trabajadores de medios de comunicación "son ataques a la libertad de expresión y al derecho a la información, piezas fundamentales en las sociedades democráticas". "Condenamos las amenazas y el uso de la violencia que padecemos quienes vivimos en esta sociedad y queremos transmitir nuestro apoyo y solidaridad a las personas que hacen posible que El Correo salga cada día a la calle, así como a quienes a diario es esfuerzan por defender la libertad", concluyó el comunicado.

"Con toda normalidad"

Desde el mismo lugar de la concentración el director de El Correo, Juan Carlos Martínez, agradeció "el cariño y el calor" mostrado por "todo el mundo" tras el atentado y señaló que "afortunadamente" la planta está trabajando "con toda normalidad" y los trabajadores están de nuevo en marcha, haciendo así fracasar la intención de ETA.

También condenó el atentado su Majestad el Rey Don Juan Carlos que aprovechó la ocasión para destacar la "gallarda" reacción de la plantilla de la rotativa de dicho diario. Durante su intervención en un acto organizado con motivo del quince aniversario de la compañía Indra, el Rey destacó que España es un un país democrático en el que "no tiene cabida la violencia terrorista que se manifestó "con su odioso rostro, al intentar enmudecer la libertad de expresión con el atentado del domingo".

Por su parte, el Príncipe de Asturias también aprovechó el acto de entrega de los premios Luis Carandell de Periodismo Parlamentario, celebrado este mediodía en el Senado, para expresar su más firme repulsa y condena al último atentado de ETA que definió como un ataque frontal a la libertad de expresión que constituye "un patrimonio común y especial para todos" y uno de los "fundamentos irrenunciables de una democracia".