Cuando el terral aprieta y las calles del centro histórico se llenan de barras, aglomeraciones y botellón, el aire acondicionado y tomarse una cerveza en un sitio tranquilo se convierte en la opción preferida por muchos malagueños. El restaurante Alea, en pleno corazón del centro -entre calle Larios y el Museo Thyssen-, transforma sus instalaciones durante toda la semana de Feria en la caseta Victoria, un lugar donde no falta la música en directo, con espectáculos flamencos diarios y la comida más tradicional.

Durante toda la semana el cuadro de la Federación de Peñas Flamencas de Málaga se sube a las tablas del restaurante Alea. A partir de las 15:00 comienza cada día un recital de música y baile flamenco diferente, con tres pases para que ninguno de sus comensales se pierda el espectáculo.

Abierta a partir de las 12:00 y hasta las 19:00, cuando la Feria de día echa el cierre, el restaurante adapta su carta con una oferta gastronómica más tradicional. Uno de los mayores reclamos estos días en el restaurante Alea es la paella, que puntualmente a las 14:30 hace acto de aparición en la caseta. Otro de los platos estrella es, como no podía ser de otra manera, el de jamón ibérico, así como los nidos de langostinos, el tomate aliñao y el filete de ciervo.

La unión de Cervezas Victoria y restaurante Alea se estrena este año con un gran éxito de afluencia. Desde la caseta aseguran que el lleno cada día es absoluto, sobre todo a la hora de la paella, cuando comienza también el primer pase del espectáculo flamenco. La caseta, ubicada en la calle Fajardo, se ha convertido en un lugar de encuentro para los malagueños que huyen de las grandes multitudes, aunque a primera hora el público extranjero es el que más visita el restaurante. El pasacalles del grupo de cante y baile de cervezas Victoria abre cada día la jornada paseando su arte por las calles de Málaga abasteciendo a los primeros visitantes de la Feria de abanicos para combatir el calor y de una caña bien fría de la cerveza malagueña y exquisita.