Feria de Málaga

La Feria entra por los ojos

  • escaparates. Los comercios de Málaga se engalanan estos días adornando sus locales con elementos típicos de esta fiesta. Los lunares, las flores y las peinetas comparten espacio con los productos que venden

Todo entra primero por los ojos. Esa es una regla de oro que los establecimientos de Málaga parece que conocen bien y por ello, durante los días de fiesta, han engalanado sus escaparates con adornos propios de la feria. Farolillos, flores, lunares y mantones se han convertido esta semana en los principales elementos que se mostraban tras los cristales, dando así la bienvenida a unos clientes sedientos de fiesta y de Cartojal, palabra, esta última, pintada en la mayoría de las pizarras colocadas en las puertas de cualquier comercio, incluso en aquellos en los que sus estanterías no han albergado nunca alimentación alguna.

Al interés por mostrar la cara bonita se suma que, este año, el Ayuntamiento y la Asociación de Empresarios de Hostería de Málaga (Aehma) han organizado un concurso mediante el que premiaba con 500 euros al "mejor establecimiento engalanado con motivo de la Feria de Málaga." Ayer se hizo público el fallo del jurado y el restaurante Montana, en calle Compás de la Victoria, se proclamó ganador del certamen.

Este local, en el que se fusiona la cocina tradicional malagueña con la gastronomía de vanguardia, además de adornar sus paredes con farolillos y los tradicionales barriles de Cartojal, han colocado en diferentes lugares del restaurante 18 vestidos de flamenca diseñados por Nani Gómez y, su hija, Aurora Robles. Llama especialmente la atención el traje que está a la entrada. Esta pieza está hecha a base de retales de telas de muestrario, restos que han formado un colorido diseño y con gran elaboración.

Sin embargo, no todos los establecimientos que han adecuado la decoración de sus escaparates durante los días de fiesta han participado en este concurso, de hecho, sólo diez se habían presentado. Así, el motivo que espetan los dueños de los comercios es que lo hacen "por gusto".

Una de las calles donde más lunares y farolillos decoran los escaparates es la Alameda Principal. Pelucas Paco le ha colocado a cada melena una flor y una peineta, además de las banderas con los colores de Málaga, verde y morado, salpicadas con ramilletes de jazmines. Al lado, la recién abierta pastelería Marzipán luce diferentes mantones de Manila, uno colocado en una pequeña silla a modo de escenario flamenco, y un cristal lleno de lunares comparten con los dulces el espacio. También las gafas de la óptica se posan sobre alguna que otra flor o se enredan en los coloridos collares de bolas que visten las flamencas.

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