Feria de Málaga

El 'Low cost' se impone

  • Comida y bebida de casa o compras en supermercados, una moda al alza

El low cost se impone mantiene José Carlos. De esta forma, calcula que sólo gastan unos 10 euros por persona los días que celebran este tipo de comida común, y saben que no son los únicos que pasan las fiestas de estas formas, estando la mayoría de los grupos en el ámbito del Puerto de Málaga.

Pero en los jardines de la calle Alcazabilla también se dan este tipo de reuniones. En este caso, tres generaciones de una misma familia, la de Maribel, pasan el mediodía rodeados de vasos de plástico y cubiertos de usar y tirar. "Nosotros lo hacemos por tradición, en realidad no es por la crisis, es que es lo típico de aquí de Málaga, antes lo hacía así todo el mundo" decía Maribel, quien se lamenta de que este año no se habían puesto los trajes típicos de las fiestas. "Cada uno va trayendo lo que quiere, y luego lo juntamos todo, incluidas las ganas de comer" resaltaba Maribel. Otra de las razones que argumentaban fue la J. M. B.

Los productos traídos de casa pueden salir por unos 10 euros por persona y día comodidad que conlleva esta opción. Así, se juntaron en una mesa improvisada, en realidad un poyete, queso, jamón, refrescos, agua, piquitos, salchichón y bebidas alcohólicas, donde resalta el Cartojal.

Cande e Irene, dos corodobesas que visitaban la Feria por primera vez, optaron por comprar su bebida, tinto de verano, en "la primera tienda de los chinos que hemos pillado abierta". La razón para adquirirla en estos comercios, aseguraron, fue que "por la crisis hay poco dinero e intentamos gastar lo menos posible". De Torremolinos vienen, aunque algunos de ellos no sean de ahí, sino de Jaén o Valladolid, Rocío, Ani, Javi, Ana y Miguel. Ellos también han optado por el método de comprar la bebida en una tienda de productos comestibles. "Así te ahorras un 50% de lo que gastarías en un día, y si encima te juntas con otras personas para comprar una botella de Cartojal, que vale como unos 7,5 euros, pues sale mucho más barato". Y agregaron que se habían traído otros productos alcohólicos de un supermercado.

Alicia, que venía con sus amigos de un pueblo de la comarca nororiental, se quejó de la carestía de las bebidas: "estamos en paro, y los padres sólo nos dan 10 euros o así, y además tenemos que pagarnos el autobús y la comida, por lo que no nos dejan la opción de pagar en un bar o en una caseta". De la misma forma, aseguraron que compraron el alcohol más barato de las tiendas, para lo que "vamos a necesitar un protector de estómago"

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