Noche de homenaje para la familia Flores

El Auditorio se llenó para ver las actuaciones de Lolita y Manuel Sarriá en una noche en que la lluvia hizo acto de presencia

Lolita Flores, el lunes, durante su actuación en el Auditorio.
Lolita Flores, el lunes, durante su actuación en el Auditorio.
Ismael Rodríguez / Málaga

18 de agosto 2010 - 01:00

Minutos antes del concierto, una pantalla que reproducía imágenes fijas de Lolita en su ámbito más personal anunciaba el plato fuerte de la noche, que estuvo marcada por un cielo encapotado y por la amenaza de lluvia, que hizo su aparición al final del concierto. Fotografías con Lola Flores, el Pescaílla y con su hermano Antonio, auguraban el sentido homenaje a la familia Flores en que más tarde se convertiría el recital.

Pero el encargado de abrir boca en la tercera noche de espectáculos en el Auditorio de Málaga fue el humorista Manuel Sarriá. Presentado como "el mejor humor andaluz", fue el encargado, durante 50 minutos, de hacer reír con sus sátiras a un público que abarrotaba el recinto, rozando el lleno absoluto. Lejos de reproducir un monólogo universal, su discurso estuvo centrado en los temas más actuales para la ciudad.

El Metro, el puerto, la esquina de oro o la visita de la señora Obama vertebraron su disertación. Ataviado con un gorro y un chaleco de obrero, nada más salir precintó el escenario, "esta es la única calle que quedaba por cortar en Málaga, y si nos equivocamos se levanta y se corta otra vez", bromeaba con un público que se desternillaba con cada comentario. La edad de jubilación, el Debate de la Nación, el Estatut de Cataluña o el nuevo dueño del Málaga Club de Fútbol fueron objeto de sus críticas.

Sarriá cedió el testigo a una Lolita espléndida que cambió de vestuario hasta en cuatro ocasiones, los mismo actos en que estuvo dividido su concierto. En el primer tramo de la gala, la artista rememoró su primera etapa de cantante y apostó sobre seguro para el inicio del concierto, que abrió con los acordes del primer hit de su carrera Amor amor. Tras este pistoletazo de salida, que hizo revivir sentimientos de hace 35 años a muchos de los presentes, la cantante se dirigió al público para agradecer la asistencia, "quiero presentaros un homenaje que me hago a mí misma y con el que le quiero dar las gracias a mi familia por haber me apoyado durante toda mi carrera musical.

A esta breve introducción le siguieron canciones como Lo voy a dividir y Estúpido, que supuso un cambio de ritmo para la función.

"Es el primer homenaje que le hago a la señora Lola Flores, mi madre. Gracias a la tecnología, hoy dos personas muy importantes para mí pueden estar a mi verita y yo a la suya". De este modo, Lolita daba paso a uno de los momentos más emotivos de la noche en el que cantó A tu vera con las voces en off de la Faraona y su hermana Rosario. Fue uno de los momentos álgidos del recital y arrancó el aplauso del público, que por primera vez se levantó de sus asientos. "Mi madre adoraba esta tierra y esta tierra adoraba a mi madre", concluyó para seguir con la canción que Antonio Martínez Ares le escribió sobre la figura de Lola Flores, Un camino de Flores.

Tuvo tiempo para recordar a su desaparecido hermano Antonio. Con temas como Alba o Una espina se clavó quiso demostrar el respeto como "persona y compositor" que le tiene. Tras esto, cantó canciones como Mía y Mediterráneo "tal y como le gustaba a mi padre, el Pescaílla. A su estilo", aseguró.

"Señores, que está lloviendo. ¿Nos vamos o nos quedamos?", y se arrancó con Sarandonga como broche final a la actuación, mientras los asistentes pedían más.

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