Alexandre Lacaze, líder de L'Avalanche, confiesa no ser "muy amigo" de las ferias. Su estilo musical, que él mismo define como chanson rock, no es un habitual en estos festejos (ni siquiera en la escena musical actual), en los que el flamenco y la canción popular suelen dominar las jornadas. La nueva oferta del Muelle Uno ha cambiado las reglas de la Feria, proponiendo un ambiente relajado para aquellos que quieran alejarse de la multitud y la música comercial. L'Avalanche estará en este nuevo escenario esta noche a las 22:00.

El malagueño presentará, acompañado de guitarra eléctrica y acordeón, su último disco, Les Fantômes des Marins, con el que inicia andadura en solitario. "Han sido casi diez años y el grupo ha ido cambiando de dirección. Ahora se trata de un proyecto muy personal". Con banda o sin ella, Lacaze asegura que el concierto será "muy parecido" a sus actuaciones anteriores. "Yo siempre he sido el compositor de las canciones y me he encargado de la promoción de las canciones. Hay una continuidad, no es que ahora L'Avalanche sea algo diferente".

El francés, además de ser su lengua materna, es el vehículo que Lacaze ha elegido para transmitir su música. "Es un idioma más lírico, más poético, más introspectivo". Y es que L'Avalanche ha conseguido traspasar fronteras y ganarse un nombre en el país vecino. La banda ha girado por los mejores escenarios de Francia, teloneando a grandes de la nouvelle chanson francesa, como Dominique A o François Breut. Además, Lacaze fichó en septiembre de 2012 por la compañía francesa Medusa Records, bajo la producción de Stef Salerno, que ha editado el disco en Francia. A pesar de esta proyección internacional, Lacaze afirma no tener mayores pretensiones: "Para mí mantener el prestigio que me he ganado a lo largo de estos diez años es suficiente".

L'Avalanche cuenta con una trayectoria de diez años avalada por la crítica. El grupo dio sus primeros pasos en la ciudad, donde comenzó sus ensayos en la mítica librería Ancora. Las referencias literarias y cinematográficas no faltan en sus letras: Truffaut, Joseph Conrad, Robert Louis Stevenson o Marquerite Duras.

El músico reconoce en su mismo nombre la influencia de Leonard Cohen, aunque admite que "al final, cuando los músicos hablamos de influencias, mencionamos los grupos que nos gustan y al final no tienen mucho que ver con lo que hacemos". Doctor en Historia del Arte, el músico afirma que vive de sus clases, no de la música. "El oficio está mal pagado, es casi imposible tener la repercusión necesaria para vivir de ello", sentencia Lacaze.