Feria de Málaga

Paella y revueltos, la alternativa al bocadillo

  • El Real de Cortijo de Torres se convierte al mediodía en un recinto donde poder disfrutar de degustaciones muy andaluzas y vivir el ambiente más tradicional con paseos a caballo

Pasear por el Real en Feria al mediodía puede significar varias cosas: la primera, un calor insoportable; la segunda, la auténtica tradición andaluza con calles llenas de personas vestidas de faralaes paseando en sus caballos, y por último, el placer de disfrutar de una multitud de tapas y degustaciones propias de la tierra.

En época de crisis toda oferta es bien recibida y más cuando se habla de saciar al estómago, sin embargo, los peñistas afirman que este año llenar la caseta se está convirtiendo en una misión imposible, los aires acondicionados y la música alegre no atraen ni siquiera al descanso en estas tardes calurosas de verano.

Para David López, encargado de la peña El Parral, este año se está convirtiendo en el peor de los que recuerda, debido a que el aforo de su caseta no termina de llenar ni la mitad de su capacidad. “El truco para captar gente es una buena degustación de porra antequerana y, una vez estén dentro, hay que convencerles con nuestra calidad-precio. Nosotros decoramos los platos con verduras, frutas o hasta con peinetas comestibles elaboradas con pasta, para que así les entre a los clientes por el ojo”, afirma.

Otra de las peñas que lo están haciendo todo para atraer a las personas que caminan por las calles del Cortijo de Torres es Miraflores de los Ángeles, cuyo responsable Antonio Castro declara que los clientes entran para degustar la paella y las migas gratuitas que ofrecen pero que poco tardan en marcharse, “algunos se quedan para picar más cosillas pero menos, y eso que nuestros precios son muy asequibles, tenemos el pinchito moruno a 2 euros y flamenquines a 3”, anima.

Sin embargo, para la peña El Sombrero está siendo aún más complicado. Su responsable Francisco García declara que no sabe cómo va a afrontar los gastos del local, ya que no van a ser cubiertos por las escasas ganancias que están teniendo. “Incluso las personas se piensan si coger las degustaciones gratuitas por no pagar las bebidas de acompañamiento” expone muy preocupado. “No sabemos cómo atraer a la gente ya, ni con las actuaciones consumen, se pueden tirar horas con la misma cerveza encima de la mesa por no pedir nada más”.

Un caso mucho más positivo es el de la peña Recreativa Trinitaria, que lleva 60 años en funcionamiento y cuenta con muchos clientes fieles. “Nosotros estamos teniendo más suerte pero la cosa está fatal, yo soy peñista y me duele mucho ver esta situación porque todos somos amigos”, cuenta afligido su responsable Francisco Vela.

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