Feria de Málaga

Tarde de marcado estilo propio

FUE como sintonizar un televisor antiguo. Uno iba moviendo la ruedecita para cambiar aquella pantalla de ceniza psicodélica por la imagen de algún programa. A veces resultaba que no se encontraba el canal buscado pero aparecía algo que se veía con nitidez y se decía: "Mira, pues esto mismo". Y así se echaba el rato. Los tres toreros se llevaron trofeos, sonó la música... Sí, pero faltó algo. Fue como bajar un escalón después de las dos tardes consecutivas, tan llenas de emociones de todo tipo, que se llevaban viviendo en La Malagueta. Faltó apretura, empuje, desgarro. Los tres toreros se mantuvieron en su línea y solventaron sus actuaciones echando mano de su amplísima trayectoria y experiencia.

Es innegable la conexión que Manuel Díaz El Cordobés mantiene con el público. Su tauromaquia no se ajusta a cánones. Es simplemente la suya. Con sus detractores y defensores. Pero la suya. La que le ha hecho ser quién es junto a su carisma. En su primero, estuvo bien con el capote. Templado. En la faena, que brindó al público, fue llevando bien al toro y dio una buena tanda por naturales. Tras media estocada caída, hubo una leve petición, pero curiosamente, fue silenciado. En su segundo, sacó todo su arsenal para ganarse al público, que la verdad estuvo entregado con él. Incluso a destiempo. Por supuesto no faltó el salto de la rana y esa interacción que surge con el respetable durante la faena. Es un profesional de esto. Tras una estocada caída cortó una oreja.

Manuel Jesús El Cid, que entró en el cartel por la vía de la sustitución debido a la cogida de Jiménez Fortes, se mantuvo en su línea. Le toco un lote muy exigente, sobre todo el segundo que dio mucho juego, y él se mantuvo firme pero sin empujar. Faltó chispa. Sabía lo que le tenía que hacer al toro, pero no apretó. En sus dos toros dejó muchos detalles de muy buen gusto con el capote. Vuelta al ruedo y una oreja fue el saldo de la actuación del sevillano.

A David Fandila El Fandi le tocó el peor lote de la tarde, pero no por eso dejó de poner sobre la mesa sus cartas. En su primero estuvo muy bien con el capote hasta que un golpe en el pecho, sin consecuencias, frenó la inercia. También por chicuelinas en el caballo dejó toques de sabor. Pero cuando alguien ve al Fandi en los carteles, quiere banderillas. Y una vez más no defraudó. En su primero, las series fueron más efectistas que profundas pero fueron muy agradecidas por el público. De hecho se llevó una oreja. Su segundo tuvo momentos de cierto peligro. Se mantuvo en la intentona de sacar algún provecho, pero se despidió con palmas.

Para hoy uno los platos fuertes de la feria taurina. De nuevo El Juli después de cuajar esa gran faena el pasado miércoles y después de cortar ayer tres orejas en Almería. Está imparable. También estará, ante su primera actuación en Málaga, José María Manzanares. Abrirá cartel, en sustitución de Morante de la Puebla, Antonio Ferrera, dejando un gran sabor de boca tras su espectacular actuación con los victorinos. Como ya va quedando poco para que acabe el ciclo taurino, alguno ya tienen sus miras en la Goyesca de Ronda y esa posible reaparición de Morante ante los seis toros. Aún no se sabe lo que pasará, pero de momento, en la mañana de ayer ya se colgó el cartel de No hay billetes.

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