Estaba siendo lo mejor de la tarde y su faena prometía. Estaba poniendo luz a una Feria que de momento se está desarrollando gris, a excepción de la actuación de Manzanares y poco más. Víctor Puerto sufrió el pasado domingo una cogida de la que se recupera en la clínica Gálvez de la capital. "Son cosas que pasan", como él mismo confesaba a este periódico. A pesar de la gravedad del percance, se muestra feliz e ilusionado. 

Desde la enfermería de la plaza de toros fue trasladado hasta el hospital malagueño donde tendrá que permanecer al menos dos días antes de tomar una nueva decisión médica. "La noche [por la del domingo] ha sido muy, muy molesta y también he tenido unas décimas de fiebre. Es algo lógico, porque es algo grave y son dos cornadas que poco a poco tienen que ir por su camino", explica Víctor Puerto desde su habitación. 

Aún no se conoce cuántos días durará el reposo del matador y a cuántos festejos afectará su período de inactividad, así que el torero adelanta que "de momento sólo me han dicho que tengo que estar durante 48 horas en el hospital para ver la evolución y ya se verá cómo va funcionando con los días". 

La cogida ocurrió en un momento en el que el público soñaba con ver la primera faena importante de lo que lleva transcurrido el ciclo ferial taurino. Pero la ilusión se desvaneció. Aún así tuvo fuerzas para matar a su oponente y dar la vuelta al ruedo envuelto en una gran ovación. "El balance, a pesar de todo, es positivo. Me siento feliz de haber estado, dentro de lo que cabe, a la altura de las circunstancias", rememora Puerto. 

Víctor Puerto regresó a los ruedos el pasado año después de haberlo dejado en el año 2008. Ahora volvía con ilusiones renovadas y vive esta vuelta "feliz, muy feliz. Con muchas ganas de que la cosa vaya saliendo poco a poco", confiesa con buen ánimo a pesar del desagradable trance por el que está pasando. 

El madrileño resultó volteado en el final de su faena de muleta al primer toro de la tarde. Dio una vuelta al ruedo y pese a su intención de permanecer en el callejón del coso de La Malagueta tuvo que pasar por la enfermería. Allí le descubrieron dos cornadas, una de 14 centímetros en el muslo derecho y otra de 15 centímetros envainada en el mismo muslo. 

Una vez que se supo que el diestro no podía continuar la lidia, desde la enfermería de la plaza de toros informaron de una "Herida inciso contusa de seis centímetros en la cara anterointerna del tercio superior del muslo derecho con una trayectoria de 14 cm. hacia arriba, hacia dentro y hacia atrás que rompe fibras del músculo sartorio y fibras del abductor produciendo hemorragia. La otra cornada tiene 15 cm. de extensión, 3 por encima de la anterior y está envainada. Afecta a la piel, tejido celular, subcutáneo y aponeurosis con trayectoria también hacia arriba, hacia dentro y hacia afuera. Pronóstico grave. Fdo. Doctor Luna y Dr. Jiménez de Enciso".