La larga espera llega a su fin. La Feria de Málaga se iluminará en breve dando comienzo a una de sus ediciones más esperadas, la primera sin restricciones por la pandemia.

Ahora que cada vez queda menos para disfrutar de la tradicional gastronomía malagueña, a quién no ha ido nunca, o sí que ha ido pero sus recuerdos son borrosos, le asaltan dudas. Algunas de las más repetidas son, ¿Qué se bebe en la feria de Málaga? Demos una vuelta por la Feria para comprobar que es lo más pedido por las calles del Centro, en las casetas o que triunfa con más furor entre jóvenes y mayores.

Vino dulce de Málaga

La provincia de Málaga es conocida por la gran calidad que se destila en sus vinos dulces, siendo la feria un lugar ideal para paladear tal manjar. Una de las modalidades más consumidas es El Cartojal, proveniente de la prestigiosa bodega Málaga Virgen. Este licor se hace a partir de la uva de Moscatel de Alejandría, autóctona de Málaga y que se cultiva en Axarquía. Aunque no solo se usa esta uva sino también la Moscatel Morisco, cultivada en viñedos de Fuente de Piedra.

Este vino tiene un proceso de deshidratación muy particular, las uvas se secan completamente bajo el sol buscando aumentar su nivel de azúcar, tiene un sabor y aroma único y muy particular. Los expertos enólogos describen este vino de la siguiente forma: “un vino blanco de color amarillo claro, con delicados brillos de tono verdoso. Se caracteriza por su aroma floral, con un toque de miel y cítricos, por lo que es un vino perfecto para beber mientras nos relajamos y nos refrescamos. Además, los olfatos más expertos identificarán un suave aroma ahumado”.

Con la llegada de la feria la producción de este característico vino aumenta llegando a producirse en torno al medio millón de botellas de Cartojal. Pero no solo su sabor y característico olor es propio de la Feria, su estética de lunares blancos y fucsias es un claro recuerdo de todo el que termina probándolo.

Tampoco se queda atrás el conocido Málaga Virgen hecho con uva Pedro Ximénez, en la misma bodega que El Cartojal.

Una copa bien servida y fría es el mejor entrante para disfrutar de la feria como se merece, acercándote a las raíces más tradicionales del evento. Con el vino también se puede disfrutar del archiconocido rebujito, típico de la mayoría de ferias andaluzas