Desde borracheras y cortes en los pies a un parto: las asistencias sanitarias en la Feria de Málaga

El dispositivo de emergencias, con sus puntos en la plaza de la Marina y en el Real, cuenta con 75 personas durante las 24 horas y ha atendido de momento a 280 personas

Alcoholímetros en la Feria para brindar sin miedo al volante

Uno de los puntos asistenciales del dispositivo en la Plaza de la Marina.
Uno de los puntos asistenciales del dispositivo en la Plaza de la Marina. / I. V.

Durante la Feria de Málaga el consumo de vino, cerveza y destilados se dispara. ¿Qué pasa cuando uno no puede tenerse en pie y necesita asistencia médica de inmediato? La Unidad Médico Sanitaria de Bomberos dirige la atención sanitaria durante la semana de fiestas en el Centro, que cuenta con un punto asistencial en la plaza de la Marina desde las 14:00 hasta las 21:00 como en el Real con otro módulo ubicado en la zona reservada a seguridad (junto a la portada principal) de 21:00 a 7:00. Estos dos espacios cuentan con la presencia de ambulancias (Soporte Vital Básico y Soporte Vital Avanzado) y puestos de socorro. El dispositivo de ambulancias en Cortijo de Torres estará activo de forma ininterrumpida hasta las 7:00 del domingo, prolongándose desde las 17:00 hasta las 23:00.

"Desde que dio comienzo, hubo momentos puntuales donde la carga asistencial ha aumentado, pero está siendo una Feria bastante tranquila a nivel sanitario. El abuso de alcohol es la principal medida de intervención en este tipo de dispositivos. Entendemos que estamos de Feria. El consumo de vino, cerveza y destilados se desmadre y se requiere asistencia sanitaria", explica Antonio Martín, coordinador del dispositivo desde hace tres años, desde el módulo de emergencias de plaza de la Marina acompañado de su "equipazo". Los dos motivos más comunes entre las consultas se encuentra la intoxicación etílica y los cortes por cristal en pies.

Martín tumba uno de los principales mitos de la Feria respecto a los comas etílicos: "No es tan fácil alcanzarlo. Sí un estado de embriaguez donde el estado de la conciencia se deteriora. Eso es lo que conlleva que el paciente esté estable y que descanse sobre una cama calentito y se recupere", cuenta. Cuando atienden a personas que han abusado del alcohol y le cuentan que no hay tratamiento farmacológico para quitar la borrachera y que no se les va a trasladar al hospital, "se sorprenden" y "los familiares no lo consideran con agrado". "Algunos piensan en eso de vas y te pinchas B12. Si eso fuese cierto, todos los bares comprarían B12 y tendrían a un enfermero pinchando a todo el que se emborracha para que siga bebiendo. Venderían la botella de cualquier licor y una dosis de B12. Tómese esta ampolla. Esa no es una realidad", aclara.

Cuando el usuario llega con una intoxicación etílica, "hay casos concretos donde los familiares, amigos o acompañantes lo traen hasta el punto médico y otros que están en el lugar y alertan en el lugar por teléfono a policía, 061, y recibimos una llamada para activar una ambulancia", detalla. Después, se traslada al puesto sanitario, se comprueban sus constantes vitales y su nivel de glucemia, que es lo que más suele preocupar. "También hay que descartar que, junto a esa intoxicación etílica, no haya ninguna otra fisiopatología que enmascare el alcohol. Una vez que eliminamos esa posibilidad se mantiene en cama unas horas hasta que recupera su nivel de conciencia y se traslada a su domicilio", zanja. Otra de las asistencias más recurrente en el puesto médico es la presencia de personas con cortes por cristal. "Cada año se va reduciendo el número de cortes por cristal en pies principalmente. Sobre todo ocurre con mujeres. Van en chanclas y se lo clavan o se quitan los zapatos de tacón", precisa.

Al final, "el 99% de las asistencias tienen final feliz", deja claro. Un equipo de 75 personas durante las 24 horas vela por la salud de los malagueños y turistas en Feria. "El equipo está el día completo, distribuido en dos turnos, desde las siete de la mañana hasta las siete de la mañana del día siguiente. Son 24 horas de servicios en el dispositivo de Feria", subraya. Hasta la fecha, han atendido a 280 personas en los dos puntos habilitados en la plaza de la Marina y el recinto real. "Este año está siendo más tranquilo en cifras de asistencia que los dos años anteriores", recalca.

A la hora de elegir una anécdota, el malagueño de 50 años se toma su tiempo. Recuerda una vivencia de su primer año coordinando el dispositivo de emergencias sanitarias. "Una señora se puso de parto en el recinto ferial. Al final dio a luz en el Hospital Materno. Estaba en la caseta cenando tranquilamente cuando inicio el trabajo de parto", rememora. Lo dicho, asistencias con final feliz y a veces recuerdo imborrable para toda la vida.

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