TOROS 1ª de Abono

Un entrante servido frío

  • El novillero Juan Ortega dejó los mejores detalles de torería · Sergio Flores y Adolfo Ramos le pusieron voluntad pero no engancharon · Manuel Rodríguez, prescindible

1º festejo del abono del ciclo ferial malagueño

GANADERÍA: Se lidiaron seis novillos de La Quinta y dos de Julio de la Puerta. Encierro bien presentado en líneas generales, a excepción del tercero de presentación regular parar ser un villo para picar. El segundo y quinto resultaron ser un poco falto de fuerza . El tercero, bien presentado y con transmisión.  Cuarto y sexto humillaban mucho.

NOVILLEROS: Sergio Flores, de blanco y oro. Estocada (palmas). Pinchazo y estocada (palmas y vuelta al ruedo). Adolfo Ramos, de grosella y oro. Pinchazo y estocada tendida y caída tras un aviso (ovación). Estocada atravesada, media estocada y dos avisos (palmas). Manuel Rodríguez, de blanco y plata. Cuatro pinchazos, media estocada y dos avisos (pitos). Al tercer pinchazo se echó al suelo y la dieron un puntillazo que levantó al animal. Media estocada, pinchazo y dos avisos. Juan Ortega, de blanco y y azabache, dos pinchazos,  dos descabellos, 1 aviso (palmas). Estocada caída, dos descabellos y 1 aviso (saludos).

INCIDENCIAS: Primera de abono. Alrededor de un tercio de entrada. Magnífica temperatura después de los días de calor sofocante que hemos padecido. Se guardó un minuto de silencio por el matador Manuel Segura y el periodista Joaquín Gordillo.

A priori, podría parecer que es una crítica gastronómica, pero es que lo vivido ayer en la plaza de toros de La Malagueta, no fue plato de buen gusto. A la primera corrida de abono de la Feria de 2011 le faltó, sabor, color y chispa. Y también, además de faltar, sobraron dos toros. Porque un festejo de tres horas y media de duración, cuanto menos,  cansa, al menos en lo físico. Y para colmo, también sobró una actuación, la de Manuel Rodríguez. Pero de eso se hablará más tarde.

Abría cartel el mexicano Sergio Flores, que reaparecía en Málaga tras la grave cogida que sufrió en Las Ventas el pasado mes de julio. El público lo esperaba ansioso. Era una tarde de grandes esperanzas. En su primero, el de Tlaxlaca consiguió templar con el capote y le supo guardar muy bien los tiempos porque el toro no entraba bien a lo vuelos de la capa. En las banderillas se resintió de los castigos e incluso llegó a peder las manos en alguna ocasión. Brindó su faena al público e intentó dominarlo con la muleta pero sin aturullarlo para evitar que cayera. A pesar de que no pudo lucirse, al menos mostró inteligencia. Mató bien, pero no fue suficiente.

Ante su segundo enemigo, toreó lento en el capote y logró arrancar los olés del público. Ya en la faena, toreó con la mano baja con la muleta y configuró pases en los que demostró mucho valor. Gracias a esto supo sacarle al de La Quinta una tanda que fue muy aplaudida por el público. Pinchó en su primer intento con la espada y acertó en su segunda intentona. Al caer el toro el público se cerró en una gran ovación y aunque hubo petición, no hubo reja. Aún así, el mexicano dio la vuelta al ruedo. Tras su marcha el respetable pitó al presidente, que en esta ocasión era Ildefonso Dell’Olmo, por no conceder el trofeo al primer espada.

Adolfo Ramos era el segundo espada. Una esperanza local a pesar de haber nacido en Melilla. Su actuación de recibo fue discreta y aunque el toro entraba parecía que sufriese algún defecto de visión. Bien por los banderilleros, ya que al ser el toro justo de fuerzas no lo alteraron demasiado. Tras su brindis al público, sin agobios y con temple, pudo dominar al toro que,  al someterlo más de la cuenta, perdía las manos. A pesar de que el toro ofrecía ciertas facilidades, no había que olvidar que era un Santa Coloma y no permite despistes. Ramos le dejó un pequeño hueco que el novillo aprovechó para engancharlo pero sin consecuencias. Al entrar a matar pinchó y su segunda estocada fue tendida. El toro cayó sobre el primer aviso.

Ante su segundo toro, gustó y se gustó mucho en el recibo. Hasta el caballo intentó llevarse al toro con chicuelinas al paso que se fueron desvaneciendo. La faena se la brindó a los responsables de la Escuela Taurina de Málaga, donde él se formó. Con la muleta no exprimió todas las bonanzas del novillo para lograr encender al público. Entró a matar sobre el aviso pero atravesó. Clavó una media estocada y le tocaron el segundo aviso.

Para titular la actuación de ayer de Manuel Rodríguez se podría recurrir al refranero popular y usar algunas expresiones como : Dios le da pan a quien no tiene dientes o también aquello de que la ignorancia es atrevida. La primera opción sería porque tuvo mucha suerte son su lote, pero, ahí va el tercer refrán fue como predicar en el desierto, por que lo desperdició. En el capote de su segundo novillo, pasó desapercibido pero se  atrevió a dar la réplica a un buen quite de Juan Ortega por delantales, pero al suyo le faltó calidad. Lo del segundo refrán, el que habla de la ignorancia, es porque este novillero se puso en huelga de hambre reclamando u n puesto en la Feria. Y lo tuvo. Pero ayer se apreció, y aquí entra l ignorancia, que no conoce sus limitaciones, que son muchas. Con a la muleta le faltó valor. Su primer toro reclamaba acercarse para citarlo de cerca y él no fue capaz. Antes de terminar la faena que había brindado al público y al cielo, empezaron a sonar pitos, e incomprensiblemente, también sonó la banda. Cuatro pinchazos y dos avisos. En su segundo. La suerte volvió a aparecer. Aprovechando las ventajas y sin la más mínima verdad se limitó a pegar pases, pero no fue suficiente. Y volvieron a sonar dos avisos.

Menos mal que al final se quedó un buen regusto. El del saber hacer de Juan Ortega. No dejó de pensar ni de actuar en torero. La templanza y la lentitud, bien entendida, fueron su principal baza. En su primero bajó la mano y dominó al animal en alguna ocasión dejó huecos que por suerte no acarrearon ningún sobresalto. Dice otro refrán que lo que mal empieza mal acaba. Queda el deseo que no sea así, porque ahí va otro, la esperanza es lo último que se pierde.

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