Feria de Málaga

El mundo cabe en una fiesta

  • Eduardo ocón. Bajo el lema 'Nuevos malagueños, nuevas culturas' el Festival Intercultural de Música y Danza ha reunido a agrupaciones musicales de medio mundo en el Paseo del Parque

Baas llegó hace 13 años a Málaga desde Nigeria. Desde hace dos años toca junto con otros ocho compañeros africanos en el grupo Glusfad Cultura, que fusiona los sonidos de su tierra con otros ritmos menos folclóricos, como el hip hop. La agrupación actuó ayer junto con otras bandas de Argentina, Paraguay y México en el Festival Intercultural de Música y Danza, que se despide hoy del auditorio Eduardo Ocón del Paseo del Parque tras tres días del folclore de una larga lista de países alrededor del mundo.

El certamen, un habitual de la Feria de Málaga, se presenta en esta nueva edición con el lema Nuevos malagueños, nuevas culturas, como ya hiciera el año pasado, "como una manera de integrar a las distintas asociaciones de inmigrantes mostrando una música para algunos desconocida", según explicó ayer su organizador. Un festival que año tras año reúne a músicos de todos los rincones del mundo, pero que este año no ha tenido que ir muy lejos para elaborar su cartel ya que sus participantes son residentes en la ciudad.

Los djembes del grupo senegalés encargado de inaugurar la jornada de ayer lograron poner en pie a a la grada que, desde el comienzo, quedó impresionado por la vitalidad de su música y de las cuatro bailarinas que se subieron ayer al escenario.

En el auditorio el público destacaba también por su multiculturalidad. Al Eduardo Ocón se acercaron ayer tanto malagueños como turistas que pasaban por allí y decidieron quedarse al escuchar el resonar de los tambores del grupo senegalés. "Hemos venido a dar una vuelta por las casetas, pero hemos decidido quedarnos porque nos ha llamado mucho la atención la música, sobre todo a la niña", reconocían Pedro y Loli, dos malagueños que acudieron ayer al Eduardo Ocón con su hija pequeña de 8 años.

Pero no todo fueron ritmos africanos. Chacareras y zambas argentinas sonaron también ayer en el Eduardo Ocón de la mano de Patricia Quiroga y Juan Rosell, que presentaron un repertorio de esta música tradicional de la zona de Santiago del Estero. "Normalmente no es el tipo de canciones que solemos tocar, pero queríamos traer algo muy representativo de Argentina. Es una pena que no hayamos podido contar con bailarines para que mostraran la danza típica que acompaña a esta música", afirmaba Rosell antes de su actuación.

La pareja llegó a Málaga hace 36 años y lleva dedicándose a esto de la música toda su vida. La de ayer fue su primera vez en este certamen, pero desde que llegaron a la ciudad han llevado su música por todos los rincones de la provincia, aunque "cada vez menos", se lamenta Rossell: "De momento tocamos en los pocos bares que aún ofrecen música en directo y en algún que otro festival de este tipo".

El folclore de Senegal, Ecuador, Bolivia y de los países del Este será el encargado de cerrar hoy a partir de las 13:00 en el Eduardo Ocón este festival que cada año le da el toque multicultural a una Feria dominada por la tradición.

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