Feria de Málaga

Una noche para los incombustibles

  • Zona de la juventud. El sábado se inauguró la Feria en el Real en una jornada marcada por el 'botellón' y por el nuevo espacio comercial, con colas en la 'macrodiscoteca' de 1.500 metros cuadrados

Hasta que el cuerpo aguante. Este es el propósito de buena parte de los jóvenes que ayer se congregaron en el Real tras inaugurar la feria de día en el Centro Histórico. Que este ritmo es para incombustibles es algo que a estas alturas nadie duda. El sábado tocaba estrenar la renovada Zona de la Juventud, un nuevo espacio comercial que el Ayuntamiento ha establecido para ofrecer una programación que pretende ser diferente, pero que no lo fue tanto.

Para muchos la Feria acaba convirtiéndose en toda una maratón. Es el caso de Juan Luis, malagueño que tras festejar en el centro durante todo el día no dudó en continuar la fiesta de botellón en el Real. "A la Feria le faltan más horas para que nos de tiempo a reponernos entre una fiesta y otra", bromeaba. El Ayuntamiento habilitó un año más una zona de botellón en el Cortijo de Torres que los jóvenes inauguraron acudiendo en masa el primer día. Hacia las dos de la mañana el lleno era considerable, y los jóvenes no paraban de llegar cargados de bolsas con todo lo necesario para disfrutar de la noche a base de alcohol.

La nueva zona de casetas se estrenó con un notable éxito. Un ambiente que cambiaba poco o nada con respecto al resto de casetas en lo que a música se refiere, con la única diferencia de que para acceder a la mayoría de ellas había que pagar una entrada que oscilaba entre los 5 y los 10 euros, eso sí, con una consumición. En total son once los espacios comerciales que ocupan la rebautizada calle Tabletom, entre los que se encuentra una macrodiscoteca de 1.500 metros cuadrados que gestionan tres de las grandes empresas de ocio nocturno locales: el grupo Moliere, Malafama y la Sala Cairo. Los dos primeros, omnipresentes en el Real con casetas también en la zona cercana al botellón, de entrada gratuita.

No obstante, los 10 euros no fueron un impedimento y fueron mayoría los que se acercaron a esta zona en busca de novedad. La macrocaseta registraba largas colas a su entrada y muchos los que eligieron este lugar para terminar la noche. "Está muy bien que pongan una caseta más grande para poder pasarlo bien sin agobios, es un poco caro pero al menos podremos disfrutar la consumición", afirmaba Lorena, una cordobesa que se confesaba habitual de la Feria de Málaga.

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