Festival Cine Málaga

Avería y redención

Tiempo sin aire. Sección Oficial. España, 2014. Dirección: Andrés Luque Pérez, Samuel Martín Mateo. Guión: Javier Echániz, Juan Gil Bengoa, Samuel Martín Mateo, Andrés Luque Pérez. Reparto: Juana Acosta, Carmelo Gómez, Adriana Ugarte.

En una secuencia a mitad de metraje, Tiempo sin aire reposa unos segundos en un montaje encadenado entre travellings laterales. Durante varios planos, la cámara se desplaza de izquierda a derecha. El tiempo pasa pero los protagonistas quedan inmóviles. Más bien bloqueados. Esta metáfora visual acierta la descripción de todos ellos: personajes detenidos, lastrados en mayor o menos medida por el pasado. María (afinadísima Juana Acosta) es una enfermera colombiana que viaja a España con su hijo en busca de un mercenario paramilitar que violó y mató a su hija años atrás en pleno conflicto con las FARC. Instalada en Tenerife, conoce a Gonzalo (Carmelo Gómez), psicólogo del colegio de su hijo, que le ayudará en su búsqueda.

Sobre esta premisa articula la dupla formada por Samuel Martín Mateos y Andrés Luque Pérez una reflexión sobre la venganza. Una película, cierto es, más profunda que su predecesora -Agallas era un ejercicio de género tan sencillo como logrado-; que repite algunas virtudes -está rodada con mucho gusto-; pero cuyo engranaje funciona con menor suavidad en sus giros, quizá por el innecesario desorden de la estructura que conduce a un final algo excesivo.

La cinta vive sus mejores momentos antes del clímax, cuando cede todo el descubrimiento de la verdad a sus personajes femeninos y se rodea de una medida ambigüedad entre culpables e inocentes, planteando así un debate sobre el sentido de la venganza que, por desgracia, abandona demasiado pronto.

Sin embargo, pese a los obstáculos, el film se deja ver con agrado, de la mano de unas interpretaciones destacables. Entre ellas, la de Carmelo Gómez -que repite con los directores- en un personaje complejo, lleno de matices; a ratos inclasificable, en una extraña mezcla de ingenuidad, contención y sentido del humor.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios