María Ripoll: "Una de mis obligaciones como cineasta es hablar de temas como el suicidio"
La directora catalana aterriza en el Festival de Málaga con 'Nosotros no nos mataremos con pistolas', una película que hace un retrato generacional de la sociedad actual y trata temas aún invisibilizados
Preparados para la traca final del Festival de Málaga
MÁLAGA/La directora catalana María Ripoll está de estreno con un nuevo dramedy -comedia dramática- en valenciano, Nosaltres no ens matarem amb pistoles (Nosotros no nos mataremos con pistolas). "Pese a los contratiempos", ha conseguido que se estrene en el Festival de Cine de Málaga. La película hace un retrato generacional y expone temas "aún tabú" en la sociedad actual, al tiempo que reflexiona sobre la capacidad de aceptación y de "seguir adelante". En la terraza del Room Mate Larios Hotel, entre vermús y junto al elenco de actores, se encuentra Ripoll, quien confiesa que le resulta más difícil hacer entrevistas que dirigir la propia película.
–¿De qué idea parte la película?
–Está basada en una obra de teatro de Víctor Sánchez, que ganó los premios Max en 2016. Las productoras me propusieron que fuera a verla y yo tenía ganas de hacer algo pequeño, de sentimiento, de amistad, de pérdida, de nostalgia, de amigos y separarme un poco de lo que estaba haciendo últimamente que era como más mainstream. Además, tenía ganas de venirme a Málaga con esa película.
–¿Por qué Sagunto (Valencia)?
–Víctor es de Sagunto. La obra está basada en una historia real. Pero, aparte de eso, a mí Sagunto me aportaba el contexto de desolación que necesitaba porque es como se sienten los personajes por dentro, esa época que fue y ya no es. Los esqueletos de la fabrica y la imagen del campo valenciano muriendo conforman un entorno que va muy bien con lo que les pasa a los personajes.
–Es un drama pero con toques de humor. Usted ya tiene experiencia en ese género, pero ¿cuesta combinar lo trágico con lo cómico?
–Se llama dramedy. Hay algunos con más comedia y menos drama, y otros con más drama y menos comedia. Esta película está en medio yo creo, porque sí hay toques de humor pero para llegar a la catarsis que alcanzan los personajes no podíamos hacer tanta comedia. No obstante, yo soy muy defensora de que con el humor se consigue atravesar corazones. En Vivir dos veces tratábamos el Alzheimer también con toques de humor y aún recibo cartas de gente dándome las gracias porque la historia les ha ayudado. Desde 2019 y ya han pasado casi 3 años. En Nosotros no nos mataremos con pistolas, a pesar de que los personajes pasen por esta catarsis y tengan que resolver el pasado para transformarse, creo que hay una esperanza y un mensaje positivo.
–¿Es más difícil hacer comedia?
–Y tanto, yo el drama te lo hago fácil. El dramedy para mí es como la vida misma. A mí me pasó que estando en el funeral de mi padre, que ha sido el momento más doloroso de mi vida, de repente me cogió un ataque de risa. A veces, en situaciones muy dramáticas necesitamos reírnos para poder superarlo. O al revés, en situaciones divertidas y felices acabas llorando.
–La película está en valenciano, ¿cree que se hace poco cine en lenguas cooficiales?
–Yo creo que cada historia debe tener su lenguaje. Esta ha pasado en Sagunto y, por eso es bilingüe, mitad valenciano y mitad castellano, porque es la realidad del lugar. Si esta película no lo hubiera necesitado, no lo hubiera forzado. Lo he hecho así porque es una realidad, pasa en ese sitio. Todos los personajes hablando en valenciano tampoco hubiera sido la realidad. Las historias, aunque sean de ficción, cuanto más se parecen a la realidad, más tocan más y llegan más al público.
–Es un trabajo coral, ¿cómo ha conseguido mantener el foco y que no se pierda el hilo?
–Para mí la motivación de hacer esta película era precisamente trabajar con este tipo de actores sin artificios. Nos pusimos todos a vivir en un hotel y ensayábamos todos en la misma casa. El sexto personaje era el grupo. Aunque sí había cosas que se me escapaban porque eran cinco personas, generalmente no porque ese sexto personaje del que te hablo estaba muy buen cuidado. Los actores trabajaron mucho la química entre ellos. Teníamos técnicas de ensayos con juegos para conseguir, precisamente, que parecieran amigos de toda la vida.
–¿Cómo fue el casting? ¿Cuándo conociste a los actores tenías claro que eran ellos?
–No, fue lo más difícil del proceso de la película porque era muy importante que se llevaran bien y, como no se conocían, fue un poco arriesgado. Pero yo estoy contenta porque se entendieron muy bien, son buenísimos todos y nos lo pasamos muy bien. Para mí una película es buena cuando tiene una historia buena, unos buenos actores que transmiten esa historia y una buena música.
–En la película se tratan temas como el suicidio, ¿cree que sigue siendo un tabú en la sociedad actual?
–Sí, yo creo que además hay una sociedad muy enferma de poscovid, sobre todo adolescentes que lo están psando muy mal. Hay mucha depresión severa de la que no se está hablando lo suficiente. Creo que una de mis obligaciones como cineasta es hablar de temas como el suicidio. Ya lo hice con Tu vida en 65' y ahora he vuelto porque es necesario que se hable de ello. El suicidio es muy heavy y las depresiones son muy duras, especialmente desde el Covid y, por culpa de las tecnologías, afecta aún más a los adolescentes.
–El lema de la película es “es lo que hay”, ¿qué mensaje quieren trasmitir a la población más joven con esta frase?
En esta película tuvimos varios problemas porque no nos daban ciertas subvenciones, casi no se hace, y yo le dije a los actores que era lo que había, que la íbamos a hacer con lo que teníamos y para adelante.
–¿Cree que la capacidad de aceptación y de resignación, en ocasiones, es una cualidad positiva?
–Yo creo que aceptar la realidad, aceptar tu situación, tus miedos y que no has podido llegar a lo que querías es la mejor escuela y lo único que te puede hacer seguir hacia delante.
–¿Se ha visto retratada en la historia?
–Aunque la película habla de la generación millenial, también habla de la zeta, de la mía y de la de mis abuelos. Todo el mundo ha tenido un pueblo, ha tenido amigos en el pueblo, ha querido volver al pasado, ha tenido una nostalgia de verano y ahí es donde digo que es una historia universal.
–Me hablaba de la importancia en una película de la historia y los actores, pero también de la música
–Yo llevo cinco películas trabajando con Simon Smith, un músico y compositor. También está la música de la verbena que es de Horchata Sound System, un grupo valenciano de esta generación que se desintegró, igual que los protagonistas. Nos cedieron los derechos y es muy chula la verdad. Yo no quería los típicos pasodobles de pueblo, quería algo más punky. A mí la música me gusta mucho porque las escenas crecen y llegan más cuando las acompañas, aunque no necesariamente la necesite. Yo he arreglado personajes con la música. Ya te digo, la película es la historia, los personajes y la música.
–He leído que eres la segunda directora española más taquillera, ¿es así?
–Yo pensaba que era la primera, últimamente dicen que la segunda.
–¿Cómo recibe ese puesto?
–Con mucha alegría porque yo hago películas para el público, para que las 400 butacas vacías se llenen. A mí que me digan que soy comercia me da igual, soy partidaria de crear una industria, que gusten las películas y que lleguen a la gente.
–¿Qué es lo próximo que podremos ver suyo?
–Una serie para Amazon que he hecho junto a Jean Reno y Aura Garrido, que se llama Un asunto privado. Se estrena en mayo o junio y es una historia de épica que tiene misterio, humor y que es muy bonita. Un Tintín llevado a la época actual de las plataformas.
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