Festival Cine Málaga

Salva Reina: "No voy a incitar a la gente a que sea infiel, pero sí está bien tener una vía de escape"

Salva Reina momentos antes de la entrevista con Málaga Hoy.

Salva Reina momentos antes de la entrevista con Málaga Hoy. / Javier Albiñana (Málaga)

Es arriesgado hacer una película que gire sobre la infidelidad sin caer en maniqueísmos y no arriesgarte a que te tachen de blanquear deslealtades. Esta es la apuesta con la que Mario Hernández se estrena como director de largometrajes y que salta a la Sección Oficial del Festival de Málaga y que protagoniza el malagueño Salva Reina. Con ambos estuvo dialogando Málaga Hoy horas antes del estreno, "no voy a incitar a la gente a que sea infiel, pero sí está bien tener una vía de escape de la rutina, hay a quien le sirve irse de viaje donde no le conozca nadie, a mí me vale con una buena charla o un paseo con amigos", resume Reina. 

Tregua(s), en la que el malagueño está acompañado –casi únicamente– por Bruna Cusí en el otro lado de esta relación a cuatro que propone el filme, se presenta como una conversación de noventa minutos sobre las diversas formas de amar. Ambos encarnan a una pareja de artistas que se ven de festival en festival y que lo llevan haciendo durante diez años. Una vez se acaba el oasis amparado por el cine, vuelven a su vida normal. "Esta película va sobre la mentira, pero sobre la mentira que se hacen los personajes a sí mismos", subraya Hernández. 

Una historia que, además, está rodada en Málaga e inspirada en el propio evento, "cuando vi el guion le dije a Mario, tiene que ser en Málaga", dice Reina, "él dice Málaga y antes de la G ya estoy viniendo", responde Mario antes de levantar la carcajada. Sin embargo –y aunque un tercio de la conversación se da en la propia terraza del AC que es el epicentro de la cita malagueña– al contar la historia se busca la universalidad, la oblicuidad de la misma, "que pueda ser aquí o en cualquier otro sitio", avisa Hernández. "¡Que la gente no viene al Festival a follar!", exclama Reina a carcajadas. 

Porque la parte esencial de esta película es la intimidad, la cama, la barra del bar y la terraza, el lugar perfecto en el que abrirse ser honesto con el otro; mientras el espectador "es un poco voyeur de lo que lo va sucediendo a la pareja, su felicidad su infelicidad...", cuenta el protagonista. Y a partir de ahí levarte tus preguntas incómodas a casa, "yo creo que esta película va a despertar alguna conversación al salir del cine, son las películas que me gustan", cuenta el malagueño. 

Mario Hernández y Salva Rena, cómplices, en la terraza del Hotel AC. Mario Hernández y Salva Rena, cómplices, en la terraza del Hotel AC.

Mario Hernández y Salva Rena, cómplices, en la terraza del Hotel AC. / Javier Albiñana (Málaga)

Algunas de estas preguntas son si se puede a amar a dos personas a la vez, si hay lealtades dentro de la deslealtad, o si es tan dramático el paso del tiempo. "Pero ninguna queda cerrada, lo dejo en manos del espectador", afirma el director. "La película nace de películas que se hace, pero no necesariamente que uno haya vivido", descartan la autoficción. 

Queda una conversación pendiente entre ambos al apagar la grabadora, una que ya está en transcurso "pero que todavía es todo una entelequia, que es cuál va a ser la siguiente película", anuncia Salva. Si algo queda claro es que en esta pareja hay química y al menos lealtad para un proyecto más.

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