Festival de Cine Sevilla

Reinventarse para seguir adelante

  • El SEFF acoge hasta hoy un ciclo de conferencias y debates con el que pretende asesorar a los directores y productores sobre la distribución y financiación de proyectos de cine independiente.

Competir con el gigante americano es todo un reto para el cine europeo. El pasado año, de las 25 películas que más recaudaron en la taquilla nacional, 17 eran de producción estadounidense, cuatro eran españolas y las cuatro restantes provenían de otros países del continente. En 2013 la cifra era aún peor: sólo dos largometrajes en los que España había colaborado lograron colarse entre los más vistos: Fast and Furious 6 (coproducción de EEUU, Reino Unido y España) y Mamá (España y Canadá). Los datos se oscurecen incluso más si se miran las producciones independientes, pues en la mayoría de los casos ni siquiera llegan a estrenarse en las grandes salas. Preocupados por esta situación, desde el SEFF han organizado unas jornadas, que concluyen hoy, en las que profesionales de la industria han reflexionado sobre los problemas de distribución y financiación a los que se enfrentan los proyectos cinematográficos independientes.

Para José Luis Cienfuegos, director del festival, "el problema no es la producción, sino la circulación de las obras. Este tipo de cine se ve abocado a circuitos restringidos, como filmotecas o festivales específicos. Es preciso hacer un análisis riguroso de toda la situación y para eso proponemos estas jornadas".

Una de las primeras cuestiones sobre las que hay que reflexionar son los canales de distribución. Las grandes salas quedan casi descartadas desde el primer momento, lo que hace que haya que desviar la atención hacia otras alternativas como internet o las plataformas de vídeo bajo demanda (como Netflix o Filmin). Pero para Valerio Carsuo, director de la web Cineuropa, lo que parecía como una esperanza también puede ser un arma de doble filo. "Con la llegada de internet se creyó que los productos tendrían una vida infinita y que se obtendrían beneficios indefinidamente, pero luego se ha comprobado que no todo es así". Por otra parte, "los contenidos de las plataformas no están unificados para todos los países, y por lo tanto una película que está disponible en Bélgica puede no estarlo en Lituania", continuó.

Esta separación dificulta la circulación del cine europeo. Además, este tipo de soportes pertenecen a empresas estadounidenses lo que hace que la proporción de los contenidos sea casi tan desigual como en las grandes salas. Loïc Magneron, director de Wide, apunta un obstáculo más. "No importa en cuántas estanterías estés, porque si nadie conoce tu producto, nadie lo va a encontrar". En la misma línea, Cienfuegos considera que "el espectador puede sentirse desorientado entre tanta oferta y al final decantarse por las opciones más fáciles. Aquí es donde juegan un papel importante los festivales, porque sirven de referencia".

Aun así, hacer visible el producto no sirve si no hay un público al que pueda interesarle. Una de las preocupaciones más generalizadas es la falta de educación audiovisual. Para Magneron, gran parte de la responsabilidad la tienen las televisiones públicas, pues "deberían estar obligadas a difundir el patrimonio cinematográfico". Hay quien va más allá y apunta a los niveles más básicos de la educación. Para Patra Spanou, agente de ventas, "si los más pequeños no se acostumbran a ver otro tipo de propuestas desde una edad muy temprana puede que ya nunca más les interesen".

Sin embargo sería erróneo pensar que los problemas sólo afectan a las productoras independientes. Rogelio Delgado, presidente de la Asociación de Empresas de Distribución Audiovisual de Andalucía (Aedava), piensa el problema desde el punto de vista de las salas de cine. "Es difícil arriesgar en la programación. Una butaca vacía es una pérdida asegurada", y añade: "Las salas no paran de bajar los precios de las entradas. Se están comiendo el IVA, literalmente". Ante este panorama algunas voces proponen darle un uso alternativo a los espacios. Christopher Leparc, director de la Quinzaine des Réalisateurs de Cannes, opina que "hay que recordar al espectador por qué ir al cine es toda una experiencia, frente a ver una película en casa". Isabel Castro, de Eurimages, apunta cómo algunas salas internacionales retransmiten en directo pases de ópera que están ocurriendo en otras ciudades. Otra de las propuestas que más llaman la atención es la de Youfeelm, una plataforma bajo demanda en salas. En este caso es el público quien toma la iniciativa, proponiendo una película y procurando vender las todas las entradas. Gracias a esta plataforma, el 29 de octubre se pudo ver El Padrino en el Cine 5 Avenidas.

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