United States of Love

Solidaridad y patriarcado

Una imagen de la película del polaco Tomasz Wasilewski.

Una imagen de la película del polaco Tomasz Wasilewski.

Con su Oso de Plata bajo el brazo y su distribución garantizada, United States of Love responde a ese nuevo cine de los países de Este europeo (da igual Rumanía, la República Checa, Hungría o, como es el caso, Polonia) que ha impuesto la plantilla de la estructura del manual de buen guionista a unas historias duras y unos paisajes desolados en los que a veces cuesta distinguir entre una mirada crítica al pasado y la mera nostalgia protectora.

Estamos en 1990, nos lo dice el calendario en la pared, los telediarios con noticias sobre la caída del Muro, las canciones de Whitney Houston en clases de aeróbic y el alquiler de cintas VHS, y en el barrio residencial de la periferia las vidas de cuatro mujeres se cruzan y rozan en una acompasada danza dramática de soledades, frustraciones y deseo reprimido (o no tanto), vidas decoloradas por la imagen (Oleg Mutu, responsable de la fotografía de 4 meses, 3 semanas y 2 días, se encarga de que no haya dudas de que aquella época era tristona y apagada), desplazadas de la centralidad del plano y trazadas en una perspectiva de complicidad de género desde las escaleras del patio de vecinos.

Wasilewski recoge algo del espíritu de su compatriota Kieslowski y su memorable Decálogo, pero sus formas calculadamente frías y distanciadas lo delatan como mirón y forense antes que como observador empático, siempre más interesado por las resonancias sociales (el patriarcado, ya saben), la correcta entrega del testigo episódico y la arquitectura del relato que por matizar con más profundidad las vicisitudes individualizadas de esas cuatro mujeres que sufren, padecen e incluso se equivocan gravemente desde la pasión y el amor porque, entre otras razones, los personajes masculinos que les han puesto al lado rozan todos el desastre.

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