John From. las nuevas olas. Drama, Portugal, 2015, 100 min. Dirección: João Nicolau. Intérpretes: Júlia Palha, Clara Riedenstein.

Las dos amigas adolescentes que protagonizan John From recuerdan mucho al cine de Rivette, y Nicolau, que no responde del todo a la ortodoxia del cineasta cinéfilo, adquiere no obstante un poco su aire al filmar los cuerpos completos, de cabeza a pies, mientras andan por el parque agotando el cansino verano en la ciudad. Hay en ellas, como en las heroínas rivettianas, una parecida complicidad; también se esperan, se cruzan, se presienten y ensayan sus pequeños complots. Por eso no extraña que a medida que la película avanza se contamine del mundo interior que terminan compartiendo, de un exotismo a lo Gauguin que justifica la pasión de Nicolau por colorear el mundo, ponerle música y precipitar a sus personajes a la aventura.

John From puede que sea la única película actual del festival (y vive Dios que no son pocas) que, a pesar de estas plausibles filiaciones y herencias, no se sabe muy bien de dónde viene. La única que contiene planos verdaderamente inesperados, como esas breves panorámicas que parecen enseñar una espalda de la acción principal mientras los personajes, como en el bello plano en el que una chica le hace una trenza a la otra, están enfrascados en lo suyo; como si esta forzada compañía de lo íntimo con el afuera adelantase algo, un principio de fuga, de lo que luego se impondrá mágicamente, como caído del cielo. No se trata de una ruptura o una enajenación hormonal, como en aquella, por otro lado magistral, Travolta et moi (1994) de Patrizia Mazuy; tampoco de tomar un atajo ante la negativa a crecer, a madurar; más bien tiene que ver con las consecuencias de atravesar de una vez ese espejo en el que tanto se abisman los adolescentes, lo que hace del amor y el deseo un impulso para saltar más alto y más intensamente en el mundo total del juego.