Festival de Sevilla

Lo particular nos concierne a todos

  • 'Los hijos de otros', dirigida por Rebecca Zlotowski y protagonizada por Virginie Efira, abre el festival con una reflexión sobre la presión social por tener descendencia y el legado que dejamos

Virginie Efira y Rebecca Zlotowski, en una rueda de prensa en el Hotel Sevilla Center.

Virginie Efira y Rebecca Zlotowski, en una rueda de prensa en el Hotel Sevilla Center. / Juan Carlos Muñoz

Rachel (Virginie Efira) es una profesora que empieza una relación con Ali (Roschdy Zem), un diseñador de coches al que ha conocido en las clases de guitarra a las que ambos asisten. Por los dibujos infantiles que encuentra en el piso de él, Rachel descubre que aquel hombre tiene una hija, y una noche le pide conocerla. Los hijos de otros, de Rebecca Zlotowski, la película que inauguró este viernes la edición número 19 del Festival de Sevilla, explora a través de esta premisa –el vínculo que se crea entre la mujer y la pequeña– cuestiones como las dificultades para formar una familia en un mundo que evita el compromiso y la necesidad que tenemos de perpetuarnos y dejar huella en los otros.

"En principio quería hablar de la impotencia masculina, hacer el retrato de un hombre", cuenta Zlotowski, autora de películas como Grand Central o Una chica fácil, que asistió junto a su protagonista a la presentación de su nuevo filme en Sevilla. "Pero en el confinamiento me miré en el espejo y supe que ese personaje era sobre el que tenía que trabajar. Era una mujer de 40 años que cuidaba a hijos de mi pareja, una semana de cada dos, y que se sentía amenazada por cómo corría el reloj biológico", comenta la cineasta, que sopesó "que ese tema no se contaba demasiado. Por cuestiones políticas, económicas, porque no es una cuestión que la industria considere importante y porque las directoras nos autocensuramos", analiza la creadora.

La francesa recordó una cita de su paisana Annie Ernaux, la ganadora del último Premio Nobel de Literatura, que ha construido una obra extraordinaria y admirada en todo el mundo partiendo de sus propias vivencias y que en algún momento "ha sostenido que la intimidad nos une a todos. Pues yo", apunta la directora, "tardé mucho en comprender que lo íntimo puede interesar a otras personas". Zlotowski escogió a Efira "porque es felicidad, es alguien radiante, y necesitaba eso para la película. No quería reflejar frustración ni tristeza, aunque eso es lo que le gusta al cine francés", bromea la realizadora, que dirige también en un papel secundario, como el ginecólogo de la protagonista, al veterano Frederick Wiseman, que presentará en la competición de Sevilla Un couple. "Coincidimos en un ascensor en Venecia y nos hicimos amigos. Los dos vivimos en París, y yo me enteré de que estaba interpretando un personaje en otra película y me puse celosa. Ha sido muy divertido tenerlo como actor. Es una persona muy juvenil ", señala.

“Tardé en comprender lo que dice Annie Ernaux, que lo íntimo interesa a todos”, señala Zlotowski

Preguntada sobre cómo Los hijos de otros aborda un dilema que ya trataba Yerma de García Lorca hace casi 90 años y si el mundo no había evolucionado lo suficiente en este tiempo, Zlotowski respondió que "es una cuestión que nos concierne por igual a hombres y mujeres. A mí me encantaría ver este tipo de relatos contados por directores varones". Su película viene a decir que más allá de la descendencia biológica todos dejamos un legado, una huella, realizamos una "transmisión". Rachel lo consigue gracias a su trabajo de profesora, "pero también pueden hacerlo los directores de cine, los escritores, los periodistas. Todos, de un modo u otro", argumenta.

Efira, que confirma con su carismática presencia en este filme por qué es una de las actrices del momento, se sintió "muy cercana" al guión y le hizo replantearse su idea de la familia y momentos vitales en "los que quizás no estuve a la altura". A la intérprete le gustó que en la historia "dos mujeres que aman al mismo hombre" –su personaje y el de Chiara Mastroianni– sean "aliadas y no enemigas. En el cine francés vemos muchas mujeres complejas, con matices, pero no tanto a dos actrices juntas como en esta película".

Aixa Villagrán y María Guerra en un momento de la gala. Aixa Villagrán y María Guerra en un momento de la gala.

Aixa Villagrán y María Guerra en un momento de la gala. / Juan Carlos Vázquez

La periodista María Guerra y la actriz Aixa Villagrán –"o la niña de la Conchi, que en mi familia nadie sabe pronunciar mi nombre"– presentaron en el Lope de Vega una gala inaugural distendida y brillante en la que se celebró la diversidad del cine europeo, se mentó mucho a Haneke, hubo un homenaje al desaparecido Godard, cantó Annie B. Sweet y bailó Rocío Molina. Un pistoletazo de salida con el que comienzan 10 días de cine: serán 222 las películas que el Festival proyectará en 436 pases, habrá 99 estrenos en España y 38 prémieres mundiales, y se verán, entre otros, los últimos trabajos de cineastas como Lav Diaz, Joanna Hogg o Alexandr Sokurov.

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