Penélope Cruz, imagen de Chanel, sorprendió el martes a los seguidores de la firma convirtiéndose en modelo por un día durante el show homenaje a Karl Lagerfeld en el marco de la Semana de la Moda de París. Chanel presentó la última colección firmada por el maestro de la maison francesa y para ello se rodeó de las grandes musas del Káiser. Un verdadero cónclave de celebrities, como la mencionada actriz española, Claudia Shiffer, Naomi Campbell, Kristen Stewart, Marion Cotillard, Cara Delevigne, Monica Belluci y la editora de Vogue Anna Wintour, entre otras, arremolinadas en el Gran Palais parisino en torno a una maravilla de escenario creado para la ocasión: una auténtica estación de esquí, con nieve real, casas y hasta una montaña. De ensueño.

Anna Wintour, editora de Vogue, a su llegada al desfile.

Nuestra actriz más internacional estaba personal y laboralmente unida de una manera muy estrecha a Chanel y a su director creativo, Karl Lagerfeld. Recientemente había fichado como imagen de la casa y su relación con el modisto era casi de musa. Una situación de proximidad que hacía imaginar que su participación en el desfile del martes sería significativa. Ahora sí, lo que no se esperaba es que el homenaje lo haría convertida en modelo por un día, sobre la pasarela y además llevando en la mano una camelia, la flor favorita de Coco Chanel y casi marca registrada de la casa. Pe dejó con la boca abierta a los asistentes con un conjunto total white y desfilando como una maniquí más.

Claudia Shiffer, descubierta por Lagerfeld, saludando antes del pase.

La marca recibió a los asistentes con un recuerdo, un pequeño dibujo a carboncillo del modisto en el que aparece hablando con Coco Chanel, fundadora de la casa, bajo el título El ritmo continúa, con lo que muestra su voluntad de que la transición sea lo más imperceptible posible. Más de un millar de invitados acudieron al acto, en el que se presentó la colección otoño-invierno 2019/20, y que arrancó con un minuto de silencio.

Cara Delevigne (segunda por la i.), durante el desfile.

Delevingne, durante años protegida del Káiser, abrió el desfile con un abrigo extralargo en pata de gallo sobre un conjunto blanco y negro en tweed estampado a cuadros. Un look inspirado en los gángsters americanos de los años 30 muy repetido en los primeros pasajes; luego, el blanco y negro lo inundaron todo con jerséis de punto con estampados fair isle en pedrería, abrigos jaspeados y faldas de lana en jacquard. Lagerfeld sin Chanel no se entiende. Chanel sin Lagerfeld nunca será lo mismo.