Se ha hecho de rogar pero al fin llegó la imagen más esperada del verano: la de doña Letizia y sus hijas, Leonor y Sofía, disfrutando de sus vacaciones veraniegas en Palma de Mallorca. La esposa del Príncipe de Asturias por fin ha salido de su escondite y se ha dejado ver (algo que no ocurría desde hace una semana) por el Real Club Náutico de la isla, donde su marido volvió a ponerse al mando del Hispano en el segundo día de regatas de la Copa del Rey Audi Mapfre. El mismo escenario donde el pasado lunes se reunió casi toda la familia del Rey, a excepción del monarca, que cumplía con sus compromisos oficiales, y la Princesa de Asturias, una ausencia que no dejó indiferente a nadie y levantó todo tipo de comentarios. Las escapadas con destino desconocido son ya una tradición en los veranos de la esposa del Príncipe, que todo apunta podría haber pasado unos días con su familia en el norte de España. Para muchos, no obstante, ésta no es excusa para que la Princesa no acompañara a la familia de su marido en el arranque de la trigésima edición de la Copa del Rey; un hecho que incluso podría haber adelantado el inicio de su descanso estival en Marivent.

Doña Letizia, con un vestido blanco, y sus hijas, ataviadas con blusas, shorts y abarcas menorquinas, se reunieron con don Felipe, la Reina, la infanta Cristina, la niña de ésta, Irene; y Victoria Federica, la hija de la infanta Elena, quien no coincidió con la Princesa. Todos posaron para los medios y disfrutaron de una mañana divertida, en la que don Felipe se mostró muy cariñoso con su esposa, a la que dio un beso en los labios antes de empezar la regata.