Un encuentro alterado

La ex mujer de Mario Vargas Llosa parece dispuesta a dar un bolsazo contra los reporteros

Patricia Llosa en el gesto de llevarse el bolso al hombro de forma amenazante

Patricia Llosa en el gesto de llevarse el bolso al hombro de forma amenazante / EP

Patricia Llosa se encontraría en estos momentos viajando a París para asistir este jueves a la ceremonia de ingreso de su ex marido en la Academia Francesa, tras el protocolario acto académico de la semana pasada cuando Mario Vargas Llosa defendió la palabra "Xères", "Jerez (de la Frontera)" ante sus ahora compañeros de institución.

En esta recta final a la gran fecha, a cuyo acto también acudirá don Juan Carlos, se han reforzado los rumores que apuntaban a una reconciliación de la pareja, separada por Isabel Preysler tras medio siglo de matrimonio.

Antes de que se anunciara la ruptura el 28 de diciembre entre la madre de la marquesa de Griñón y el premio Nobel, el escritor hispano-peruano ya había tenido gestos de aproximación, con la mediación familiar.

Patricia Llosa se ha mostrado sorprendida cuando ha visto los reporteros a la puerta del domicilio del escritor en Madrid, lo que viene a confirmar que ya ha existido una reconciliación en firme después de que la pareja fuera vista en un restaurante madrileño. La ex esposa ha tenido en todo momento el apoyo de los tres hijos y ahora ha sido animada a perdonar a su ex para reiniciar una posible vida en común. En el encuentro con los reportero sale alterada y se lleva su bolso al hombro en ademán de arrear un bolsazo, acción que se contiene mientras su acompañante templa los ánimos ante los micrófonos.

La actitud airada de la ex mujer también se debe a que se conoce el contenido de la carta que le habría enviado a Isabel Preysler en 2015 en la que le recomendaba que no comenzara un romance con el escritor. En dicha misiva Patricia Llosa recomendaba prudencia a la entonces nueva novia del escritor indicándole que en varias ocasiones Vargas Llosa había iniciado romances similares que terminaron fracasando al poco, regresando él al hogar conyugal. 

En el caso de Isabel Preysler la relación fue prolongada, ocho años, aunque ahora desde el entorno de la figura más conocida de las revistas se apunta a que ella no quiso romper mucho antes "porque le daba pena" Vargas Llosa por su frágil salud.

 

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