La herencia de la Duquesa de Alba al fin se ha cerrado. Sus hijos y su viudo han tardado más de un año en ponerse de acuerdo para repartir el tercio de libre disposición que quedaba pendiente, ya que Cayetana donó en vida todo su patrimonio entre sus seis hijos y era éste el único punto en el que los herederos no alcanzaban un acuerdo.

Finalmente Alfonso Díaz y los hijos de la duquesa han llegado a un acuerdo para el reparto de estos bienes, en el que se incluyen joyas, muebles antiguos, obras de arte que no pertenecen a la Fundación Casa de Alba  y una propiedad inmobiliaria. El viudo ha preferido llevarse la parte que le correspondía de este reparto en dinero, ya que consideraba que la tasación de algunas piezas se había hecho por debajo de su valor real. Se lleva, por tanto, el 25% del usufructo de la mejora que le correspondía por ley, que se estima ronda el millón de euros. Además de esta importante suma de dinero, el que fuera marido de Cayetana de Alba ha conseguido en el reparto algunos objetos que tenían para él una importante carga emocional, como pequeños cuadros o esculturas que él mismo le regaló a la duquesa durante sus años de convivencia.

De la misma forma, Alfonso Díez recibe desde la muerte de la duquesa una pensión mensual de 2.000 euros, que se ajusta al acuerdo que firmó ante notario antes de contraer matrimonio con Cayetana, por el cual renunciaba a cualquier título, derecho y honores de la que iba a ser su mujer. Esta cantidad es abonada por la Fundación Casa de Alba, que también asumió en su día la hipoteca de la casa que compró Cayetana en Sanlúcar de Barrameda al poco tiempo de casarse con Alfonso Díaz y que también ha heredado el viudo. 

A pesar de las diferencias iniciales que hubo entre Alfonso Díez y los hijos de la duquesa de Alba a la hora de repartir el tercio de mejora, el primogénito de Cayetana asegura ahora que todo lo concerniente a la herencia de su madre se encuentra "en orden". 

"Alfonso ha firmado y no hay problemas de ningún tipo con él. Ya lo dije en su momento e insisto, tenemos un trato cordial. De hecho estaba invitado a cenar en Nochebuena, pero como es natural, estuvo con su familia. Estos temas de la herencia son privados y, por lo tanto, no me gusta hablar de ellos", explicó  el duque al portal Vanitatis.