Pasarela

Sensualidad celestial

  • Un sujetador valorado en más de dos millones de dólares y las quince mujeres 'aladas' más deseadas del mundo se convierten en el principal reclamo del show anual de la firma de lencería Victoria's Secret.

Para el vigésimo aniversario de su show anual Victoria's Secret no ha querido arriesgar, apostando sobre seguro, ganando y demostrando de paso por qué sigue siendo el mayor espectáculo del mundo de la moda en todo el globo. Ni dos de sus modelos lucieron el siempre esperado Fantasy Bra -como ocurrió el año pasado con Adriana Lima y Alessandra Ambrosio- ni han elegido otra capital de la moda -en 2014 el desfile fue en Londres- para su celebración; este año ha sido en casa, en Nueva York, donde la firma estadounidense ha desplegado las alas. Lily Aldridge, quien debutó en la marca en 2009, ha sido en este 2015 la top encargada de desfilar con la pieza más cara de la nueva colección, un sujetador valorado en dos millones de dólares, bautizado como Fireworks Fantasy Bra, que ha sido confeccionado con más de 6.500 gemas de 14 tipos diferentes, incluyendo diamantes, topacios y zafiros, todo sobre una base de oro de dieciocho quilates. 685 horas de trabajo. Pero no es la única cifra sorprendente del desfile, en cuya organización Victoria's Secret ha invertido 15 millones de dólares y que será televisado en un total de 185 países el próximo 8 de diciembre. Solo unos cuantos afortunados pudieron vivirlo la pasada noche del martes en directo, eso sí tras desembolsar 10.000 dólares por la entrada a los que hay que 2.500 más si querían además disfrutar de la archiconocida (e inaccesible) afterparty.

En seis partes se distribuyó la presentación de la firma -Boho psychedelic, Exotic butterflies, Portrait of an Angel, Pink USA, Ice angel y Fireworks- que en total puso sobre la pasarela a 47 supermodelos con 75 impresionantes conjuntos de lencería diferentes. De entre todas las maniquíes destacaron, cómo no, sus quince 'ángeles' entre los que no faltaron caras veteranas como la de Alessandra Ambrosio, Adriana Lima, Sara Sampaio o Candice Swanepoel, y otras recién incorporadas, como la sueca Elsa Hosk y la estadounidense Martha Hunt, que aunque habían participado en anteriores ediciones hasta este año no ha tenido acceso a las tan codiciadas alas. Destacó también la participación de Kendall Jenner, del clan Kardashian, que desfiló bajo la orgullosa mirada de su madre Caitlyn Jenner, la que antes de anunciar su cambio de sexo era conocida como Bruce Jenner. Con suntuosidad celestial también pasearon por la pasarela las deseadas y comentadas curvas -por ella misma- de Gigi Hadid, Izabel Goulart o Behati Prinsloo.

Plumas, transparencias, sedas, flores y encajes en todas las formas y combinaciones posibles, siempre haciendo un guiño a la extrema sensualidad, han vestido en esta ocasión a las mujeres más bellas del planeta. Una explosión de color, luces y música, a cargo de Ellie Goulding, Selena Gomez y The Weeknd, que han vuelto a poner todas las miradas fashionistas (y no tan fashionistas) de nuevo en la Gran Manzana demostrando que el show con el que Victoria's Secret despide el año, que celebra desde 1995, es mucho más que un desfile de lencería, es el desfile de lencería.

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