No existe una campaña de Tom Ford que no esté acompañada de polémica, y la última no iba a ser para menos. En esta ocasión, el exitoso diseñador se vuelve a centrar en el papel de la mujer, que no sólo explota su feminidad escasa de ropa sino que además tiene un papel bastante sumiso respecto al hombre. En las fotografías aparece una pareja que juega diferentes roles a lo largo de toda la sesión. En la mayoría de estas imágenes, la chica intenta agradar por todos los medios al hombre. Ambos muestran la vida diaria de cualquier pareja, pero mientras leen el periódico, están en el baño o salen de fiesta ella representa la eterna imagen de mujer florero. Aun así, esta última campaña de Ford es algo más light de lo habitual. Vuelve a confiar en el porno chic, como muchos lo llaman, y a explotar la sexualidad de sus modelos, campañas que generan bastante controversia pero que, al mismo tiempo, a nadie dejan indiferente.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios