Un bocata de tortilla francesa hecho por la madre de Cristina Pedroche levantó la sospecha al equipo de su vestido de las campanadas de "algo pasaba" en torno a la presentadora. La revista Lecturas adelantó la pasada semana que la esposa de Dabiz Muñoz estaba embarazada, noticia que aguardaba la pareja a comunicarla oportunamente para que se enteraran los familiares antes de anunciarlo en las redes. "No iba a dar una exclusiva", ha vuelto a insistir dolida Pedroche en el Zapeando de este lunes.

El bocata de tortilla elaborada en la casa familiar era la comida que se había reservado la de Vallecas para tomarlo después de la sesión de fotos con su vestido de Nochevieja y la gruesa capa-abrigo elaborada con tiendas de campaña de campos de refugiados. "Tenía tanta hambre que me lo comí antes de empezar", ha revelado hoy Cristina, a lo que Josie, creador de todo el montaje textil para las campanadas, admitió que le pareció raro que tuviera tanto apetito en plena sesión de trabajo. El incipiente embarazo llevó a Cristina a comerse el bocadillo en pleno zafarrancho.

Ha sido uno de los detalles sobre la historia del modelo elegido de este año con la paloma mensajera elaborado por Jacinto de Manuel, con una pasta confeccionada con periódicos de este difícil año pasado, y la inspiración del diseñador Íñigo Garaizabal con una falda transparente y la capa en homenaje a ACNUR y a los refugiados.

Antena 3 ha vuelto a ser la cadena más vista, por segundo año, en el momento de las uvas, lo que ha emocionado a Pedroche y a Josie, tal como han expresado con agradecimiento a la audiencia en Zapeando. De la moda ha pasado al arte, a un vestido de nochevieja con mensaje, intención. "Desde que se produjo la guerra en Ucrania sabía que el mensaje debía ser de paz", ha agregado la presentadora, que ya empieza a trabajar en la propuesta del año próximo junto a su equipo.