Mujeres, en Iraq

La belleza todavía no tiene sitio en Iraq

  • Los asesinatos de una modelo, una activista, una cirujana que aparecía en la tele y una empresaria retratan un país machista.

Los asesinatos de varias profesionales del mundo de la belleza y de una activista en las últimas semanas retratan un Iraq en el que las mujeres que no se ajustan a los patrones más conservadores ya no se sienten seguras y la tolerancia es víctima de décadas de conflicto.A finales de septiembre, Tara Fares fue asesinada en su coche a plena luz del día por dos hombres que le dispararon antes de huir en una moto cerca de su casa en el barrio de Camp Sarah, en el suroeste de Bagdad. La joven de 22 años, ex miss Bagdad, era modelo, youtuber, tenía tres millones de seguidores en Instagram y decía todo lo que pensaba en las redes sociales sobre un país que en los últimos 40 años ha sufrido tres guerras, atentados terroristas y una lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI) que han dejado tocado el ADN social del país.Dos días antes, había sido asesinada la activista civil, Suad al Ali, en la ciudad de Basora en el sur de Iraq a la salida de un restaurante.La cuenta sigue. En agosto, la cirujana plástica Rafif al Yasiry, un rostro habitual y conocido en la televisión por su discurso feminista también era asesinada y Rasha al Hassan, una conocida empresaria dueña de un centro de belleza y un café para mujeres en Bagdad era encontrada sin vida en extrañas circunstancias en su casa.Salvo el de Suad al Ali todos los crímenes fueron ejecutados un jueves. Tras las muertes, el ex primer ministro Haidar al Abadi, sustituido la última semana en el cargo, ordenó una investigación y hallar a las culpables y sus planes de “sabotaje”. Un oficial del ministerio del Interior indica que después de la orden de Al Abadi “se formaron comités especializados para investigar estos crímenes que tiene como blanco a las mujeres famosas”. “Han logrado avances y detenido a personas, y siguen trabajando para llegar a los responsables. Hay órdenes de detención contra un grupo de sospechosos y las fuerzas de seguridad les están persiguiendo para arrestarlos”, agrega.Las autoridades aseguran que han tomado medidas para aumentar “la seguridad de todos los iraquíes”, pero intelectuales consultadas dudan de que eso tenga ningún efecto. “Siempre y cuando las mafias armadas sigan actuando con libertad, los asesinatos y las matanzas de mujeres, que representan las normas del honor en las costumbres iraquíes, no tendrán fin”, dice la escritora y activista Amal al Yaburi. En su opinión, los crímenes tienen una relación directa con “la caída del país en manos del islam político, cuyo objetivo es saquear la autoridad de las instituciones y legislar con la autoridad del miedo y la fuerza de las armas. Iraq bajo estos partidos gobernantes se ha convertido en una sociedad machista, la mujer sigue siendo el eslabón más débil en la sociedad a pesar de las mentiras de los proyectos para el empoderamiento de las mujeres”, señaló. En este sentido, exige responsabilidades a la comunidad internacional, que tras décadas de proyectos para favorecer a las mujeres ahora guarda silencio ante “mafias políticas” responsables de estos crímenes.

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