Es curioso pero son los churros los productos más pedidos a domicilio por la aplicación Glovo en Málaga. Son una opción habitual para los clientes de esta plataforma en el Sur de la península ibérica y resulta que la provincia malagueña lidera el particular ránking churrero de Andalucía. Pero entre la gran cantidad de negocios que venden churros y los sirven a domicilio a través de la aplicación, hay una cafetería que destaca sobre las demás y que cosecha muy buena crítica por los usuarios a lo largo del tiempo: la cafetería La Pastora, en el barrio malagueño de Capuchinos, cerca de la zona universitaria de El Ejido, un local que tiene una pequeña terraza y muchas opciones para desayunar y merendar, entre la que destaca su gran variedad de churros y salsa para los churros, toda una tentación.

La Pastora ofrece en su carta hasta 16 variedades diferentes de maridajes con los churros y churros diferentes. Tejeringos de receta familiar típicamente malagueños, churros madrileños y los vasichurros son tres opciones sobre los que construir una merienda, un desayuno o una cena diferente con la gran cantidad de salsas y opciones que ofrece esta cafetería.

¿El secreto para que funcione tan bien y deje maravillado a quien los prueba? "Hacerlo como siempre, a la manera tradicional", revela el dueño del establecimiento, Mario Martín. Además, explica que hay que emplear "un aceite de girasol bueno y cambiarlo cada semana, una harina también de buena calidad, sal, levadura, bicarbonato y poco más". El ingrediente estrella: "mucho cariño".

Aunque La Pastora es fiel a la vieja usanza, también se ha adaptado a los nuevos tiempos y las nuevas necesidades del consumidor, por lo que ha incorporado una selección de salsas: HappyHippo, Bollicao antiguo, chocolate blanco, Nutella, Kinder, turrón o pistacho. Todo un pequeño universo de sabores que casa con uno de los alimentos más pedidos en Glovo y que está de moda en la capital malacitana. Si bien, Martín asegura que "la gente sigue prefiriendo los churros solos, al más puro estilo tradicional".

Sábados y domingos son los días fuertes para este negocio. "Podemos llegar a tener hasta 30 pedidos", apunta Martín. Además, mucha gente se acerca al local tanto por la mañana como a media tarde. "Viene mucha gente que nos encuentra por Internet y han llegado a venir autobuses". Casi como de una ruta de peregrinación se tratase, explica que mucha gente viaja a la capital para visitar la Parroquia Divina Pastora y, después, hacen una parada -ya obligatoria- en la cafetería.

Antonio Martín, que empezó haciendo churros en un negocio familiar en la barriada de Palma-Palmilla hace ya unos 20 años, cuenta que verdaderamente ha comenzado a dedicarse al mundo de los churros hace apenas cinco años, cuando abrió La Pastora. Si bien, asegura que este "es un arte que nunca se olvida".

Campero de carne mechá, smoothies y meriendas para todos

Pero los churros son sólo una parte de la oferta de La Pastora que tiene entre la lista de productos más vendidos parte de su gran selección de bocadillos. El de bacon con queso y ali oli es uno de sus bocadillos estrella que rivaliza con el Croque monsieur, una receta inspirada en Disneyland París que tiene en su salsa especial y el gratinado con queso del pan uno de los secretos junto al queso gouda y el jamón dulce. Su carta tiene los clásicos bocadillos que se pueden encontrar en prácticamente todas las cafeterías malacitanas con alguna pequeña sorpresa como este croque, el campero de carne mechada con ali oli o su particular sandwich vegetal.

Los smoothies son otra de las particularidades de La Pastora (el de melocotón, papaya, fresa y manzana junto con el de fresa, plátano y manzana destacan especialmente) que también ofrece una buena variedad de crepes, molletes o una de las opciones más dulces como puede ser el torti-donust, una mezcla de tortitas con rosquillas y salsas dulces como puede ser la Nutella, que es otra de las especialidades con bastante demanda. Así, La Pastora es uno de los negocios que resalta Glovo en el estudio que ha publicado recientemente. No es para menos, su carta es extensa y explora sabores dulces y elementos agradables para un buen número de paladares. Una opción que probar en el entorno del centro de Málaga.