, del Capitolio al corazón de Málaga
La ciudad homenajea al malagueño que lideró una de las luchas clave para la independencia de EEUU con un monumento en la calle Explanada de la Estación
La Diputación contacta con la Casa de América de Madrid para su colaboración en el Centro de Estudios Americanos
Es posible, afirma Miguel Ángel López-Unzu, gestor del Área de Reclutamiento de la Subdelegación de Defensa de Málaga, que "si no hubieran existido personas como Bernardo de Gálvez (Macharaviaya, 1746-Tacubaya, México, 1786) quizá los rebeldes americanos no hubieran conseguido la independencia tan pronto". Dentro de los ambiciosos objetivos españoles, al teniente de Gálvez se le encomendó recuperar la Mobila, Pensacola y la costa de Florida del canal de Bahama. Lo hizo bajo bajo la consigna "Yo solo", lema que más tarde el rey Carlos III le permitiría grabar en sus armas por la toma de Pensacola.
Condenado al ostracismo durante décadas, el malagueño llegó a ser más conocido en Estados Unidos que en España. Hace dos años, Barack Obama firmaba el decreto por el que se le otorgaba la Ciudadanía Honoraria de Estados Unidos, máxima distinción del país, además de la colocación de un retrato suyo en el Capitolio. Poco después, se le encargaba a Jaime Pimentel la elaboración de una escultura del que fuera gobernador de la Luisiana para el rey Felipe VI y posteriormente otra para Macharaviaya. Ayer, le tocaba a la ciudad homenajear a este héroe de la Independencia americana con otro monumento, hecho también por el artista malagueño, en honor a la familia Gálvez. La calle Explanada de la Estación -donde se encuentra el conjunto escultórico- acogía la inauguración abarrotada por niños del colegio Custodio Puga de Torre del Mar, ataviados con rococós uniformes militares y largos vestidos de época.
"Hoy es un día feliz como español, malagueño y Gálvez. Le rendimos homenaje a un referente para esta sociedad olvidadiza. En estas obras está esculpido el patriotismo, la lealtad, el amor a la familia, la defensa de las raíces. No hay que olvidar que Bernardo y su familia convirtieron a Macharaviaya en un Madrid chico", explicó en tono solemne Miguel Ángel Gálvez Toro, presidente de la Asociación Bernardo de Gálvez, durante el acto conmemorativo al que acudieron personalidades políticas, del mundo de la cultura como María Victoria Atencia o vecinos de toda Málaga.
La ocasión lo merecía: un sentido homenaje al ilustre macharatungo. Un homenaje que la Diputación junto al Ayuntamiento -y la Junta si se presta- quieren extender en el tiempo con el Centro de Estudios Americanos Bernardo de Gálvez. "Desde hace tres años estamos trabajando en un proyecto ilusionante en colaboración con el Ayuntamiento, el Centro de Estudios Americanos Bernardo de Gálvez. Queremos que sea la embajada de los Gálvez y una excusa perfecta para estrechar la relación entre España y Estados Unidos en un momento tan convulso para el país americano", expuso Elías Bendodo, presidente de la Diputación, que adelantó que ya habían contactado con la Casa de América para posibles colaboraciones con el centro cultural en un futuro.
El acto se cerró con unas amables palabras del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, entre vítores y aplausos: "Hay que darle las gracias a Francisco Cabrera y Manuel Olmedo, de la asociación, porque ellos nos han hecho conocer y valorar nuestra historia -sobre todo gracias la publicación del libro Bernardo de Gálvez, héroe recuperado- [...] Haremos más cosas por la familia Gálvez, como el Centro de Estudios Americanos, porque hace 20 años los norteamericanos conocían más a Gálvez que los malagueños". Tomen nota.
El militar que guerreó con una dolencia crónica en el estómago
Muchos ya lo saben. Bernardo de Gálvez desempeñó un importantísimo papel durante la Guerra de la Independencia de los Estados Unidos, pero, ¿cuántos saben que lo hizo con una dolencia crónica a cuestas? "La mayor parte de sus hazañas las llevó a cabo siendo un enfermo crónico. Hoy día hay muchas personas que lo comentan abiertamente y es posible que le suene. De Gálvez padecía una enfermedad intestinal que le provocaba todas las semanas un grave problema. A pesar de eso, nadie se entero y supo afrontar las enormes dificultades que la vida pone por delante a las personas", explicó el historiador malagueño y autor, junto con Manuel Olmedo, del libro Bernardo Gálvez, héroe recuperado, Francisco Cabrera tras la inauguración del retablo escultórico con de Gálvez; su padre, Matías Gálvez (virrey de la Nueva España entre 1783 y 1784); sus tío José Gálvez, ministro Universal de Indias, y Miguel Gálvez, jurista y diplomático. Descrito como "una buena persona, un hombre ilustrado y un ser humano bondadoso", el militar malagueño, cuando ocupaba el puesto de gobernador de Luisiana, "se mostró más tolerante con las acciones de los indios, lo que suscitó tensiones con las autoridades de Texas, más severas y que perdieron parte de la población indígena, que pasó a Luisiana. Mantuvo además la prohibición de esclavizar indios, lo que con el tiempo hizo que desapareciesen los esclavos de este origen y avivó las simpatías de las tribus hacia las autoridades", se lee Bernardo de Gálvez y América a finales del siglo XVIII de Gonzalo M. Quintero Saravia.
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