Misión renovada en la Diócesis

La Diócesis de Málaga mantiene activos sus puestos de responsabilidad con constantes cambios en el organigrama. Así, en los últimos cinco meses, el obispo Jesús Catalá ha realizado más de 50 nuevos nombramientos en la estructura de la iglesia católica en la provincia y la ciudad autónoma de Melilla que van desde vicarios parroquiales hasta cargos de alta responsabilidad.

Estas reformas obedecen a una necesidad cambiante dentro de la propia Diócesis, desde la ordenación y fallecimiento de sacerdotes, las jubilaciones hasta la mejora de destino para los pastores. Si bien desde el interior del propio Obispado consideran normales estas cifras, algunos de los nombramientos libran al primado malagueño de algunas funciones y refuerzan al clero, lo que podría apuntar a un posible traslado de Catalá a otro destino de superior rango cuando se acerca a su primera década en la provincia.

Uno de los principales cambios llegó el 17 de septiembre, cuando Antonio Aguilera fue nombrado nuevo deán de la Catedral tras el fallecimiento de Alfonso Fernández-Casamayor en el mes de agosto. El hasta entonces párroco de la iglesia de la Amargura fue sustituido por Salvador Gil, delegado de Infancia y Juventud, quien afianza su posición en la parroquia destinada a esta área diocesana. También se produjeron cambios en el Seminario Diocesano, cuyo rector, Francisco González, fue destinado a las parroquias de Cártama Estación el 22 de agosto. Antonio Eloy Madueño, director espiritual del centro formativo desde hacía dos años, le sustituye en el cargo desde la misma fecha. González fue también nombrado apenas hace 15 días arcipreste de Álora. José Emilio Cabra ha sido designado como director espiritual de los jóvenes seminaristas.

Los cambios en el Palacio Episcopal también afectan a la estructura directiva. El pasado 9 de noviembre se nombraba a Guillermo Tejero como ecónomo diocesano, relevando en el cargo al seglar Luis López de Sebastián, y a Miguel Ángel Gamero como director de Patrimonio, que suma al cargo de responsable del espacio expositivo Ars Málaga, sustituyendo a Francisco Aranda, que mantiene la parroquia de Santiago, actualmente cerrada por obras. Igualmente, José Antonio Sánchez Herrera preside la Fundación Victoria tras la salida de Jesús Catalá. A ellos se suma Manuel Ángel Santiago, nuevo director del departamento de Peregrinaciones, Santuarios y Turismo y responsable del arciprestazgo de Los Ángeles.

Junto a ellos toma mayor protagonismo el nombre de Antonio Coronado, que suma a la delegación de Hermandades y Cofradías el cargo de vicario judicial del Tribunal Eclesiástico, a quien acompañará como juez el sacerdote Antonio Fernández. Coronado cambia además la parroquia de San Lázaro y el Santuario de la Victoria por Santo Domingo y la basílica de la Esperanza. Sustituye en ambos templos a Juan Manuel Parra. Al tiempo, el vicario parroquial que le acompañaba, Antonio Prieto, fue destinado a la parroquia de los Dolores del Puerto de la Torre y la capellanía del Hospital Carlos Haya.

En ambas parroquias victorianas quedan como responsables Alejandro Escobar y Gabriel Pérez, anteriores responsables de Puerto de la Torre y San Felipe Neri. Pérez llevaba vinculado al templo del centro histórico más de 40 años. En su anterior destino ejerce ya Alejandro Pérez Verdugo, nuevo delegado de Liturgia desde septiembre.

Sin embargo, una de las áreas en las que más cambios se han producido es en la de capellanías de centros sanitarios y penitenciarios. Los sacerdotes Carlos Paz, Agustín Zambrana y Eduardo Resa se ocupan actualmente del Hospital Clínico, el Costa del Sol y el de la Axarquía, respectivamente. Por su parte, los pastores Ignacio Moneo y Ángel Santamaría atienden el centro de reclusos de Melilla.

En una revisión a las parroquias del litoral, donde también se han producido algunos cambios, se ha trasladado a Leandro Carrasco a la parroquia del Rincón de la Victoria, hasta ahora dirigida por Fidel García, quien ha sido destinado a la parroquia del Carmen de Torremolinos.

Por su parte, los cambios más relevantes en el interior de la provincia los tres nuevos sacerdotes ordenados al final del pasado curso: Francisco José Ruiz, en Teba y Almargen; Daniel Martín, en Mollina y Humilladero; y Fernando Luque, en Yunquera y El Burgo.