Medio Ambiente

Setas de otoño en verano

Beli Casillas muestra un ejemplar de Yema de Huevo de 800 gramos

Beli Casillas muestra un ejemplar de Yema de Huevo de 800 gramos / M.H. (Cortes de la Frontera)

Las alteraciones en las estaciones también han afectado este año a un mundo tan complejo como el de los hongos, que tienen en la Serranía de Ronda uno de sus grandes paraísos entre bosques de castaños, alcornoques y encinares. La comarca vivió entre principios  y finales de junio su particular otoño setero con la fructificación de diversas especies que son habituales de esta estación del año una vez que terminan las altas temperaturas del verano y llegan las primeras lluvias.

“Nunca había visto algo igual en el edad que tengo, han salido y en abundancia”, asegura Beli Casillas, una micóloga que tiene en la comarca rondeña su base principal de trabajo y que lleva muchos años dedicada profesionalmente a este mundo. Las altas temperaturas que se han registrado durante la primavera y las lluvias que llegaron a la Serranía durante la última semana de mayo y los primeros días de junio habrían hecho creer a los micelios que había llegado el otoño. “Ellos en el momento que detectan las condiciones adecuadas para fructificar lo hacen y buscan lanzar el mayor número de esporas posibles con el nacimiento de las setas”, explica Casillas, que se muestra convencida de que este inusual fenómeno se debe a los efectos del cambio climático y las alteraciones que está conllevando.

“Las especies que no tuvimos en otoño han nacido ahora, hemos tenido una importante cantidad de ellas durante un par de semanas hasta que han subido las temperaturas y los micelios han vuelto a pararse”, explica Casillas. Algunas de las grandes joyas del mundo de las setas que son muy apreciadas como la popular Yema de Huevo han nacido con más abundancia que el pasado otoño cuando las altas temperaturas también provocaron que escaseasen estas variedades.

En concreto, han sido las denominadas termófilas las que han nacido en estos días, aunque también se han podido ver algunos saprófitos (descomponedores) como los del género Coprinus, además de algunas parásitas del género Armillaria, aunque “en menor cantidad”, matiza Casillas. Un fenómeno que pronto se difundió por las redes sociales entre los amantes de las setas que no dudaron en salir al campo. “Hemos tenido bastante gente buscando, no como en plena temporada, pero sí un número considerable de aficionados”, afirma Casillas.

Eso sí, que las setas fructificasen a mediados de junio no tendrá ninguna consecuencia para el otoño, ya que si se generan las condiciones meteorológicas adecuadas los micelios volverán a la actividad y las setas nacerán con la misma fuerza que en otras temporadas en las que fueron muy abundantes.

En la comarca se pueden encontrar una gran variedad de setas que hacen que en temporada habitual cientos de personas acudan a la misma a tratar de encontrar algunos de estos manjares que tienen numerosos usos en la cocina. Pero no solo son un manjar para la gastronomía, también tienen un papel fundamental para los propios bosques. Entre sus funciones se encuentra el descomponer la diferente materia muerta que se puede encontrar el bosque y hasta existen variedades que son capaces de luchar contra la procesionaria atacando a sus larvas.

Un trabajo silencioso que resulta fundamental para conservar sano a los bosques en los que se encuentran estas setas. De momento tocará esperar a que lleguen las lluvias tras el verano para saber si Yemas de Huevo, Níscalos o Chantarelas que son los más buscados vuelven a nacer en sus fechas habituales o su presencia, como el pasado año, no fue muy abundante.

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