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En la semana en la que se cumplen 49 años de la desaparición del genio malagueño, este recorrido por parte de su obra es para ayudar al cerebro a trabajar en algo que puede resultar estimulante, placentero y desestresante
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La decena de obras de esta selección se pueden ver al natural y con la mejor perspectiva en el Museo Picasso de Málaga
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Un animal constante en la obra de Picasso, este cuadro lo pinta en 1960 en Cannes y en su estudio no faltaban los animales domésticos y alguno domesticado. Los trazos tan rudos que podemos observar en este detalle, pueden volverse delicados y tremendamente evocadores si se ve la obra desde la perspectiva adecuada en el Museo Picasso de Málaga.
Es un óleo bastante grande: mide 1,95 metros de largo y 1,30 de ancho, Picasso lo pintó en 1971 y en esa época también culminó otras obras de gran tamaño. Eran los últimos años de Picasso y vivía en la localidad francesa de Mougins, en la región de Proveza - Alpes - Costa Azul. Vivía cerca del Mediterráneo. Se puede ver en el Museo Picasso Málaga.
Es un retrato de la artista Françoise Gilot, que pasó una década junto a Picasso y tuvo dos hijos con él. El malagueño vivió en París durante la Segunda Guerra Mundial, el conflicto marcó su obra durante ese tiempo, pero este cuadro transmite algo diferente a las obras justo anteriores. Se puede disfrutar en el Museo Picasso Málaga.
El artista malagueño acaba este cuadro en noviembre de 1938, con el trasfondo de la guerra en España. Forma parte de una serie de pinturas en las que asoma el minotauro picassiano que en este cuadro se ve más humanizado que en el resto y parece haberse contagiado de los elementos que le rodean, herramientas culturales. Se puede admirar de manera temporal en el Museo Picasso Málaga.
Es otra de las últimas obras de Picasso, formó parte de la última exposición que él mismo aprobó y se pudo ver por primera vez escasas semanas después del fallecimiento del artista. Su empeño por descubrir cómo pintan los niños, y su libertad creativa en el final de su vida crearon cuadros como este, que atrapan al espectador durante un buen rato cuando se ve expuesto. Está en el Museo Picasso de Málaga.
Otra obra de gran porte (dos metros por metro y medio) que Picasso pinta en París a comienzos de los años 20 del siglo XX, recién nacido su primer hijo. Los trazos firmes pero delicados y sobre todo la luz son los protagonistas de esta obra que revisa los cánones artísticos y de belleza. Se puede ver en el Museo Picasso Málaga.
Hay estudiosos del arte y de la obra de Picasso que interpretan que esta es la manera en la que el malagueño celebraba un nuevo amor, pero también el inicio de una nueva etapa artística. Inspirado en la fotógrafa Dora Maar, el cuadro fue pintado en París en el arranque del verano de 1936, Picasso ya empieza a mostrar su desasosiego por la guerra en España. Se puede ver en el Museo Picasso Málaga.
Cuchillo, cuenco y gallo fueron compuestos por Picasso en 1947, con el mundo aún terminando de sangrar tras la II Guerra Mundial. El tajo en el cuello del gallo, la mesa y el uso de los volúmenes es algo en lo que el cerebro se recrea tranquilamente, sobre todo si se ve expuesto. Actualmente está en el Museo Picasso de Málaga.
Otro cuadro pintado en Mougins, junto al mar, en 1960. Los trazos le dan la oportunidad a algunos cerebros a ver lo que pudiera no resaltar a simple vista. optimismo pero también pasado. Una mirada al camino recurrido en un cuadro que habla con colores y trazos en un código picassiano que el color domina. Está en el Museo Picasso de Málaga.
Picasso pintó este cuadro en París, cuando acababa de conocer a Jacqueline Roque. Los colores recuerdan a algún sitio exterior, cercano al sol mediterráneo, pero el malagueño trabajó esta obra en la capital francesa, semanas antes de que falleciese su amigo Matisse. Se puede ver en el Museo Picasso Málaga.
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