Descubre el pueblo mágico de Málaga con aguas termales, piscinas naturales y vistas espectaculares a la Sierra de las Nieves

A medida que el mes de mayo avanza y las temperaturas comienzan a escalar en Málaga, algunos rincones de la provincia se convierten en auténticos refugios naturales frente al calor. Uno de ellos es Tolox, un encantador pueblo blanco enclavado en el valle oriental de la Sierra de las Nieves, que ha sido recientemente incorporado a la red de Pueblos Mágicos de España. Su ubicación privilegiada, su riqueza natural y sus aguas termales lo convierten en un destino singular en esta época del año.

Tolox y la Sierra de las Nieves: enclave natural con historia

Tolox se alza en un entorno dominado por la Sierra de las Nieves, declarada Parque Nacional, donde las casas blancas se entremezclan con la vegetación de montaña. Desde sus calles, se accede fácilmente a rutas de senderismo que conducen al Pico Torrecilla, el punto más alto de la sierra, con 1.919 metros sobre el nivel del mar. Este recorrido ofrece una de las panorámicas más espectaculares del paisaje montañoso malagueño.

La historia del pueblo está estrechamente ligada al entorno natural que lo rodea. Durante siglos, Tolox fue uno de los pocos lugares de Andalucía donde los neveros se dedicaban al almacenamiento de hielo y nieve, una práctica tradicional que dio nombre a varias zonas del municipio.

El balneario de Fuente Amargosa: más de 150 años de tradición termal

Uno de los grandes atractivos de Tolox es su balneario, conocido como Fuente Amargosa, situado al sur del casco urbano. Este espacio termal ha sido durante más de siglo y medio un referente en el uso terapéutico del agua. Su historia comenzó a adquirir relevancia en el siglo XIX, cuando el farmacéutico local José García Rey investigó las propiedades medicinales de sus aguas, lo que atrajo a visitantes de toda España.

Tras una devastadora inundación en 1906, el balneario fue reconstruido y volvió a abrir sus puertas. Actualmente, reabre cada año del 1 de junio al 16 de octubre, y ofrece tratamientos con baños, inhalaciones y consumo de aguas ricas en minerales. Es uno de los pocos complejos en España donde aún se mantiene viva esta tradición balnearia.

Charcos naturales y rincones secretos del agua

Además del balneario, el agua sigue marcando el ritmo de la vida en Tolox a través de enclaves naturales como el río de los Caballos, que atraviesa la zona y alimenta varias piscinas naturales. Destacan tres puntos cercanos al complejo termal: la piscina natural, el dique de los muchachos y el Charco de la Virgen. Estos espacios, frecuentados por vecinos y visitantes, ofrecen zonas de baño al aire libre, especialmente valoradas en los días más calurosos.

Más al sur del municipio, otros diques y charcos ocultos se integran en el paisaje, formando ecosistemas ricos en biodiversidad que refuerzan el valor ecológico del entorno.

Arte urbano y arquitectura tradicional

Pasear por Tolox permite descubrir un pueblo que conserva su arquitectura típica andaluza, con fachadas encaladas y calles estrechas que se adaptan al relieve montañoso. A esta imagen tradicional se suma el arte urbano, presente en forma de murales, esculturas y elementos decorativos que aportan un aire contemporáneo al casco histórico.

En la parte alta del municipio, se encuentra otra fuente amarga, similar a la del balneario, que sigue manando agua con propiedades particulares. El contraste entre tradición, naturaleza y arte convierte a Tolox en un lugar único dentro de la provincia.

Un punto de partida ideal para explorar la sierra

Gracias a su posición estratégica en las faldas de la Sierra de las Nieves, Tolox es también un excelente punto de partida para excursiones y senderos señalizados que atraviesan el parque nacional. Desde aquí se puede acceder a enclaves de gran valor ambiental y geológico, como la sima GESM, una cavidad natural de más de un kilómetro de profundidad situada a más de 1.700 metros de altitud, considerada una de las más profundas de Europa. Aunque su exploración está reservada a espeleólogos experimentados, su presencia refuerza el carácter singular del entorno.