Dormir en sandías, ducharse en setas y jugar con patitos: así es el camping más original y diferente de Málaga

Villa Sandía es un particular complejo que convierte sandías, pepinos y setas en estancias y baños

Este es el mejor pueblo que puedes visitar en Málaga

Una vista aérea de Villa Sandía.
Una vista aérea de Villa Sandía. / molinolaflor.com

En el interior de la provincia de Málaga, concretamente en el pequeño pueblo de Jimera de Líbar, se encuentra uno de los campings más originales y diferentes de España. Villa Sandía no sólo desafía las ideas tradicionales de alojamiento rural, sino que propone una experiencia completamente inmersiva en un entorno natural incomparable, con estructuras que parecen sacadas de un cuento: sandías, pepinos y setas convertidos en estancias y baños.

Este original complejo forma parte del paraje Molino La Flor, un espacio que combina la esencia del moderno glamping con una propuesta estética única. No se trata de simples tiendas con comodidades: aquí, los visitantes duermen literalmente en gigantescas réplicas de frutas y hortalizas.

Sandías y pepinos como habitaciones

Villa Sandía está compuesta por un total de 20 alojamientos repartidos entre ocho sandías de dos plazas y 12 pepinos con capacidad para tres personas. Estos habitáculos, aunque sencillos, cuentan con los elementos básicos para el descanso: electricidad, mantas, y una pequeña zona privada exterior equipada con mesa y sillas.

Su interior, pintado en tonos verdes y rosados para simular el interior de estos alimentos, alberga lo justo para dormir. No hay espacio para lujos, pero sí para una vivencia completamente diferente. Cada unidad dispone, además, de un baño individual situado fuera de la estancia, con una particularidad más: tiene forma de seta.

Ducharse en una seta: los baños más peculiares de Málaga

Manteniendo la línea estética del camping, los baños privados que acompañan a cada sandía y pepino no desentonan en absoluto. Son grandes setas que, lejos de ser decorativas, albergan duchas, lavabos y todo lo necesario para la higiene personal.

Este peculiar conjunto, que combina naturaleza, diseño temático y funcionalidad, no solo sorprende a quien lo ve por primera vez, sino que se convierte en uno de los grandes atractivos del alojamiento.

Un entorno natural con vida propia

Pero Villa Sandía es mucho más que alojamiento original. Su ubicación privilegiada en la Serranía de Ronda, atravesada por el río Guadiaro y rodeada de vegetación, lo convierte en un lugar idóneo para desconectar y conectar con la naturaleza.

La finca está habitada por animales que deambulan en libertad, como gallinas, conejos, patos y ovejas. Incluso cuenta con dos burros enanos, Borjamary y Felipe, que se han ganado el cariño de los visitantes. Los más pequeños pueden alimentar a los animales con fruta o pan picado, siempre bajo la supervisión de un adulto y respetando las normas del recinto.

Actividades y espacios para el ocio familiar

Villa Sandía ofrece también una amplia oferta de actividades para todos los gustos. El complejo cuenta con dos piscinas abiertas de mayo a septiembre, una zona de bar-tienda autoservicio, mesas de ping-pong, campo de voleibol y un rústico campo de golf. Además, un puente colgante conecta las dos orillas de la finca, facilitando el acceso a todos sus rincones y sumando un punto extra de aventura.

El enclave es punto de partida para numerosas actividades al aire libre como rutas a caballo, senderismo, vías ferratas, kayak o incluso paintball, organizadas por monitores especializados.

Más opciones dentro del mismo complejo rural

El complejo Molino La Flor también incluye otras opciones de alojamiento más amplias. Destacan dos antiguos molinos de agua rehabilitados: el Molino El Inglés, con capacidad para 15 personas, y el propio Molino La Flor, con espacio para 20. Ambos están equipados con calefacción mediante chimeneas y estufas de leña, lo que permite su uso también en los meses más fríos del año.

Las particulares estancias de Villa Sandía.
Las particulares estancias de Villa Sandía. / molinolaflor.com

Además, el entorno dispone de conexión wifi, accesible en recepción para quienes se alojan en Villa Sandía, y desde los molinos cruzando el puente colgante.

Los precios del complejo Molino La Flor

El precio por noche en Villa Sandía varía según el tipo de alojamiento: 65 euros para las sandías y 80 para los pepinos. La finca está equipada con vigilancia las 24 horas, plazas de aparcamiento próximas a los habitáculos y acepta mascotas de hasta 10 kilos, siempre que se respete el horario de silencio entre medianoche y las 10:00 horas.

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