La 'familia Alcer' cumple 40 años
La asociación se creó para pedir mejoras sanitarias cuando casi no había diálisis ni existían los trasplantes
Ha desarrollado una gran labor a favor de la donación
Hubo un tiempo en que casi no había diálisis y los trasplantes de riñón no existían. Era un tiempo en el que la mayoría de los pacientes renales morían. Y de aquello no hace tanto. Apenas 40 años. Los que acaba de cumplir la Asociación por Lucha contra las Enfermedades del Riñón (Alcer) de Málaga.
Allá por 1977 apenas había 47 pacientes dializados y ningún trasplantado. Hoy suman unos 800 los que reciben diálisis y más de 3.000 los que han alargado su vida gracias a un trasplante.
"Los enfermos se morían por ataque de urea. Yo lo he presenciado. No había ni medios, ni personal", recordaba ayer Montserrat Serarols, enfermera del Hospital Regional y cofundadora de Alcer. Ayer, ella estaba en primera fila en el acto por el 40 cumpleaños de la asociación.
A su lado estaba Ángel Chaves, que también participó en aquella iniciativa. "Aquello surgió por la precariedad de la asistencia. Empezamos nuestra lucha. Hablamos con políticos y hasta con autoridades eclesiásticas", relataba.
Ambos destacaban que en aquel empeño estuvo también José Luis Martínez, el primer nefrólogo de Málaga. Mucho ha cambiado desde entonces. España es en la actualidad el país con mayor índice de donantes por población y el Regional -que empezó los trasplantes renales en 1979- fue el año pasado, con 173, el hospital que más intervenciones de este tipo hizo en todo el país.
En el acto de cumpleaños -que presidía una gran pancarta con el lema Donar órganos es regalar vida- estaba también la mujer que dio lugar al primer trasplante renal hecho en Málaga. Rosario Ángel Fuentes le donó en vida un riñón a su hermano: "Él estaba terminal. No tuve miedo y me dio mucha alegría. Estoy muy contenta de habérselo dado". Le regaló 11 años de vida. Treinta y ocho años después de aquello ella está muy bien y es la prueba de que donar en vida un riñón no resta salud.
Durante el acto, el delegado de la Junta en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, destacó el trabajo en favor de la calidad de vida de los enfermos renales que ha hecho la asociación en todos estos años, pero también su labor de sensibilización para incentivar la donación. "Alcer es un aliada de la Administración para mejorar la sanidad", esgrimió. La presidenta de la asociación, Josefa Gómez, reflexionó sobre las "inquietudes, ideas y sueños" que fueron el germen de Alcer. Aludió a los "obstáculos" de los inicios y se centró en los retos de cara al futuro para seguir trabajando por la mejora de las condiciones de vida de los pacientes renales y sus familiares.
Serarols y Chaves recordaron que cuando nació Alcer los enfermeros sólo podían dializarse en el Regional. Luego, las reivindicaciones de la asociación fructificaron en el centro periférico del Atabal. Los avances médicos, el empeño de los profesionales y la lucha de Alcer trajeron un par de años después los trasplantes de riñón. "Fue el 10 de enero de 1979", dice la enfermera, que no titubea en la fecha porque aquel día cambió la vida de muchos enfermos renales.
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