La hermandad de Pasión trae el legado de Luis Ortega Bru

Polifacético, vanguardista, sensible, luchador ante una vida desgarrada… el artista Luis Ortega Bru acumuló, en sus 66 años de vida, una amplia lista de adjetivos con los que definir su figura y su producción. Lejos de ser un autor encasillado en el arte sacro, descubrir a este "hombre del Renacimiento" del siglo XX es posible gracias a la labor que la archicofradía de Pasión, junto a Ars Málaga, ha realizado en la exposición que se mantendrá en el Palacio Episcopal hasta el 28 de enero del próximo año. Ortega Bru. Vanguardia, mística, rebeldía, sueños recoge 80 obras del artista sanroqueño tras un laborioso proceso que lleva intrínseco el sello de la hermandad de Pasión. La colaboración de particulares, hermandades de Andalucía y la familia Ortega León permite contemplar una colección brillante y minuciosa.

La primera sala reúne algunas de las obras con las que conocer a Bru en todas sus facetas. Desde un autorretrato onírico hasta los modelos de las puertas de la sede del Opus Dei en El Vaticano, la dura vida del artista -sus padres fueron fusilados y él estuvo preso durante tres años tras la Guerra Civil- se enfrenta de lleno con el espectador, que contempla piezas inéditas. El segundo y tercer espacio se articula en dos ejes, pintura e imaginería, que avanzan desde las tendencias cubistas, futuristas o surrealistas del siglo XX a los elementos de fe y espiritualidad que, como explicó el historiador del arte Javier González en la inauguración, "servían como bálsamo para Bru". La cuarta sala, denominada El alma de la madera, comienza con una de las piezas más destacadas. Jesús de la Pasión, titular de la corporación del Lunes Santo, preside en solitario una sala donde la luz permite ver los rasgos y expresiones de la talla.