Este es el mejor pueblo de Málaga que puedes visitar en mayo: "El destino ideal para los que buscan el descanso y la calma"
Manilva es un pueblo perfecto para descubrir en mayo, con uno de los sectores de playa más bonitos de toda la costa malagueña
Punta Chullera, la singular última playa de Málaga
El mes de mayo es uno de los que más opciones ofrece en Málaga. Sin el calor sofocante de los meses más veraniegos como lo comienza a ser ya junio o el clímax de julio y agosto, con días más apacibles, pero con la posibilidad disfrutar de los planes y el ocio que regala el verano. Uno de esos pueblos de Málaga que brilla en el mes de mayo es Manilva: ¿te animas a descubrir por qué? Situado junto al límite con la provincia de Cádiz, Manilva forma parte de la Costa del Sol Occidental y ofrece a aquellos que la visitan una experiencia completa gracias a su doble identidad: la agrícola, asociada al cultivo de la uva moscatel; y la turística, vinculada al Mediterráneo y sus ocho kilómetros de litoral.
El patrimonio histórico de Manilva permite al visitante realizar un viaje al pasado desde diferentes épocas. Uno de los elementos más destacados es el Castillo de la Duquesa, una fortaleza construida en 1767 sobre una antigua villa romana con el objetivo de proteger la costa de los ataques piratas. Esta construcción, junto con los restos del poblado neolítico de los Castillejos de Alcorrín, forma parte del conjunto catalogado como Bien de Interés Cultural.
Otro de los enclaves patrimoniales es el Fortín de Sabinillas, hoy sede del Museo Arqueológico Municipal, que alberga cerámicas, objetos funerarios, monedas y utensilios datados entre los siglos I y V. También merece una mención la Torre de Chullera, antigua torre vigía nazarí situada sobre un cabo rocoso junto al mar, en la singular zona de Punta Chullera, con calas y acantilados de gran valor ecológico y paisajístico.
La iglesia de Santa Ana, edificada en el siglo XVIII sobre un templo anterior, refleja la arquitectura religiosa del interior malagueño, mientras que Villa Matilde, antigua residencia de Ignacio Infante, hermano de Blas Infante, ha sido restaurada para albergar exposiciones arqueológicas.
Un pasado modelado por culturas milenarias
El territorio de Manilva ha sido habitado desde tiempos prehistóricos, como lo demuestran los hallazgos en la sierra de Utrera y en el yacimiento del Cerro del Castillo, donde se han localizado vestigios de la Edad del Bronce. La huella romana queda patente en la villa de Sabinillas y el cerro del Hacho, mientras que los restos de época musulmana se localizan en zonas más interiores.
La historia moderna de Manilva comienza en el siglo XVI, cuando Carlos V impulsó la construcción de torres defensivas en la costa. A finales del siglo XVIII, el núcleo poblacional logró su independencia de Casares, con la fundación oficial del municipio en 1796.
Naturaleza y litoral: el alma costera de Manilva
Manilva se abre al mar con ocho kilómetros de costa en los que se suceden playas de diferentes características. Algunas, como Sabinillas, Los Toros o Duquesa-El Castillo, están completamente equipadas con servicios turísticos; otras, como las de Punta Chullera, se integran en un entorno más salvaje, con aguas cristalinas, formaciones rocosas y una riqueza ecológica notable. Esta es la última playa de Málaga.
Además, los senderos naturales, como el tramo de la Senda Litoral, permiten recorrer el municipio a pie y descubrir rincones que alternan vistas panorámicas, zonas agrícolas y playas ocultas.
Un puerto deportivo con vocación turística
El Puerto de la Duquesa, situado entre Marbella y Sotogrande, es otro de los referentes turísticos de Manilva. Se trata del puerto más occidental de la provincia de Málaga y es habitual receptor de la Bandera Azul por la calidad de sus instalaciones. Su entorno reúne restaurantes, bares y comercios que dinamizan la actividad cultural y de ocio.
Este espacio también es ideal para la práctica de deportes acuáticos y otras actividades al aire libre. Para los amantes del golf, el municipio cuenta con un campo en el que disfrutar del deporte en cualquier época del año.
Festividades y tradiciones locales
El calendario festivo de Manilva se extiende a lo largo de todo el año. El Carnaval en febrero y la Semana Santa marcan el arranque de la temporada. En junio, la Noche de San Juan y la romería de la Virgen de Fátima dan paso a las procesiones marineras de la Virgen del Carmen en julio, junto a las fiestas patronales de Santa Ana.
Uno de los momentos más destacados llega en septiembre con la Fiesta de la Vendimia, que conmemora el final de la recolección de la uva moscatel con degustaciones del primer mosto y la tradicional ‘pisá’ en el centro del pueblo.
Gastronomía: sabores del mar y del viñedo
La cocina de Manilva está íntimamente ligada al mar y a la tierra. En su recetario sobresalen platos como el potaje de jibia, las papas con raya, los fideos con almejas y la popular fritura malagueña. El pescado fresco y el marisco tienen un papel protagonista, con especialidades como las sardinas al horno, el mero, el bonito o el salmonete.
A ellos se suman recetas tradicionales como el salmorejo de pulpo, las sopas de espárragos y el gazpachuelo, todo ello acompañado por vinos elaborados con la uva moscatel cultivada en el término municipal. En el apartado dulce, destacan la torta de pellizco y el piñonate, que completan una oferta gastronómica basada en la dieta mediterránea.
Cómo llegar
Manilva se encuentra a algo más de una hora en coche desde la capital malagueña. El trayecto más directo se realiza por la AP-7, tomando la salida 142 para enlazar con la A-337. La carretera ofrece un recorrido cómodo y rápido hacia uno de los destinos más tranquilos y completos de la costa malagueña.
También te puede interesar