Septiembre todavía tiene mucho que darnos, incluso ahora que está el otoño a la vuelta de la esquina. Málaga, pese a alguna nube tonta, sigue dejando una temperatura y clima que invita, casi obliga, a aprovechar lo que nos queda de nuestras playas durante esta época del año. Las playas comienza a dejar de estar masificadas y se puede disfrutar de jornadas donde reina la tranquilidad. Aquí una pequeña selección de ellas. 

Playa de El Cañuelo, en Maro

Es sin duda una de las playas más conocidas de Málaga, reina en Maro y que premia su visita en septiembre porque es realmente gratificante. La arena fina y las aguas cristalinas son razones más que suficientes para que esta playa disponga de su propio servicio de autobús (por 2 euros) que conecta el estacionamiento con el lugar. También tienes la opción de estacionar en la colina y bajar a pie, aunque debes contar con al menos 20 minutos, dependiendo de tus habilidades, ya que el camino es bastante empinado y empedrado.

Playa de Tubalita, en Manilva

En la zona cercana a la provincia de Cádiz, se encuentra una playa amplia y tranquila, ideal para desconectar ahora en septiembre. Aunque está cerca del límite con nuestros vecinos gaditanos, aún queda una parte de la costa malagueña en la que se pueden encontrar playas como esta, prácticamente paradisíacas. Este lugar es un buen ejemplo de ello. Al igual que muchas otras playas de la zona, cuenta con secciones de guijarros en la orilla, lo que le da un toque inesperado. Vale la pena descubrirla si se busca disfrutar de playas tranquilas, ahora más con el otoño cerca.

Playa Real de Zaragoza, en Marbella

Esta playa en la línea costera se caracteriza por su arena fina y su extensa longitud, sin zonas escarpadas. Es un lugar ideal para disfrutar de una buena playa con opciones para elegir entre áreas más o menos concurridas. Además, cuenta con servicios y opciones de estacionamiento, y destaca por ser muy fotogénica. Si no la conoces, puede ser una opción diferente pero igualmente válida a otras playas más conocidas de la zona, como Cabopino.

Cala del Pino, en Nerja

La Cala del Pino, en Nerja, es otro de esso reductos de tranquilidad en las playas de Malaga, más con la marcha de turistas. Son apenas 350 metros de largo pero rara vez está completamente ocupada, algo que está directamente relacionado con la dificultad para acceder a ella. El sendero que lleva hasta esta playa está francamente empinado, pese a que se deja el coche relativamente cerca, pero no es un acceso para todos los públicos, sobre todo personas mayores o niños. La recompensa es sobresaliente: el agua está sacada de cualquier estampa paradisíaca, limpia y cristalina, y ahora también sumamente tranquila.

Playa El Chaparral, en Mijas

La Playa El Chaparral se extiende a lo largo de casi cuatro kilómetros y medio en Mijas, considerada una de la más largas de la provincia de Málaga. Esta ofrece una mezcla de puntos casi inaccesibles y otros idóneos para disfrutar de un magnífico día de playa. La Senda Litoral de la provincia malagueña ofrece un agradable paseo desde el cual se puede divisar esta playa en dirección al oeste. Aunque es más estrecha que la de Calahonda, también en Mijas, en algunos puntos, es una excelente opción para disfrutar de un día de sol y mar.