El siglo XVI no fue tranquilo en lo que hoy es la provincia de Málaga. Cuando el Conde de Ureña fundó el convento de Jesús María de Archidona en 1551 tal vez pensara en seguir asentando población cristiana en una localidad que llevaba varios siglos de mayoría musulmana. Ni los decretos de conversión obligatoria ni las continuas trifulcas en la zona acababan de estabilizar la vida religiosa y habitual en según qué localidades. Archidona era una de ellas. Ureña había construido en esa población un convento de Dominicos 20 años antes para evangelizar a los moriscos de una ciudad conquistada por los cristianos con varias décadas de anterioridad (1462), pero que seguía con la impronta musulmana que aún protagonizaría algunas revueltas en la zona.

La ciudad que había visto coronarse a Abderramán I, que había sido la capital de la Cora de Rayya (demarcación territorial andalusí, abarcaba gran parte de la que hoy es la provincia malagueña), conquistada por Omar ibn Hafsún y reconquistada por Abderramán III, casi abandonada en el siglo XIII y revitalizada por los nazaríes posteriormente, ganó con el Convento de las Mínimas una compañía en el paseo por su historia que aún sigue presente desde entonces. 471 años después de que las dos primeras monjas de la orden llegaran desde Úbeda, el lugar de culto y recogimiento sigue habitado en Archidona por mujeres de la misma congregación. El de los Dominicos fue incluido en la desamortización de Mendizábal.

Más de cuatro siglos y medio y, sin embargo, se puede decir que son jóvenes por varios motivos. Está claro que es un convento que visitar por su historia y su repostería de cuantos quedan en la provincia malacitana, además se han adaptado al siglo XXI con una web y un desembarco virtual que no es muy común en este tipo de congregaciones. No sólo explican su historia, día a día, los dulces que elaboran y venden, también tienen un canal en Youtube dónde generan gran cantidad de vídeos con rezos, canciones y momentos de la vida en el convento. Pero hay algo más que la edad o actitud ante la vida de las monjas mínimas: la propia historia de Archidona sitúa en algo de poca edad una franja tan grande como la del tiempo que lleva ininterrumpidamente la congregación, si se compara con el patrimonio histórico de la localidad.

Y es que los historiadores confirman que es una de las ciudades en el interior de la península ibérica fundad por fenicios. Después, cartagineses y romanos también aprovecharon la riqueza y el emplazamiento de la localidad que fue atacada por los vándalos en las incursiones que éstos hicieron en la península antes de la llegada del mundo musulmán. Además, en sus alrededores se pueden encontrar yacimientos prehistóricos del Paleolítico, el Neolítico y la Edad del Bronce. Así que una visita al convento de las Mínimas en Archidona puedes ser una buena excusa para visitar la localidad que cuenta con bastante patrimonio y algunos lugares de obligada visita si se pasa por el pueblo. 

Convento de las Monjas Mínimas

Asentado en el lugar desde 1551 y con los arreglos pertinentes para soportar el paso del tiempo es un buen lugar para iniciar la visita a Archidona con provisiones de dulces fabricados por las monjas Mínimas y una primera mirada a la historia post medieval de la localidad. Está en un lugar céntrico.

Plaza Ochavada

Probablemente uno de los puntos de patrimonio más famosos de Archidona. Es una plaza prácticamente única, construida en 1786 es una demostración de las edificaciones urbanas del barroco andaluz. Ideal para tapear, pasear y compara con otras plazas.

Fortaleza de Archidona

No queda mucho que admirar de la construcción andalusí levantada en el IX y reconstruida en el XIII. Se cree que el primer castillo en ese lugar fue obra de los cartagineses. El sitio es perfecto para dominar todos los alrededores y disfrutar del paisaje en el que se asienta el municipio.