El secreto mejor guardado de Marbella no es Puerto Banús: descubre la ruta senderismo que consideran "de las rutas más bonitas"
Un mirador único en Málaga: desde sus más de 1.200 metros puedes divisar Gibraltar y la costa africana
Ruta recomendada: cómo llegar desde Marbella u Ojén al pico de La Concha paso a paso
Para amantes de la naturaleza: bosques de castaños, pinsapos y olivos, y fauna con águilas, halcones y cabras monteses
Más allá del icónico Puerto Banús y de las playas de lujo, Marbella guarda un tesoro natural que sorprende a quienes buscan paisajes de montaña junto al Mediterráneo. Se trata de Sierra Blanca, un macizo montañoso que se extiende entre los municipios de Istán, Ojén, Marbella y Monda, y que debe su nombre al tono grisáceo de la caliza y a la escasa vegetación que cubre sus laderas. Este conjunto forma parte del cordón montañoso litoral y se alza como una barrera natural entre la Costa del Sol y la Sierra de las Nieves, creando un escenario único donde confluyen mar y montaña.
Entre las cumbres de Sierra Blanca destaca el pico de La Concha, un pico de 1.215 metros de altitud que se reconoce fácilmente por su peculiar silueta, similar a la valva estriada de un molusco. Su figura angulosa sobresale frente a las suaves colinas del litoral y es la segunda cima más alta del macizo, solo superada por el pico del Lastonar (1.275 m). En torno a ella se elevan otras cumbres notables, como el cerro de la Zarina (1.141 m) y la Cruz de Juanar (1.178 m), que completan el perfil montañoso de esta parte de la provincia de Málaga.
Una ruta de senderismo entre Marbella y Ojén
Una de las rutas más conocidas para acceder al pico de La Concha conecta Marbella con Ojén. Este itinerario, considerado por muchos como uno de los más atractivos del litoral malagueño, asciende por las estribaciones de Sierra Blanca hasta alcanzar un mirador excepcional sobre la Costa del Sol. Desde la cima se contempla Marbella en toda su extensión, y en días despejados incluso es posible divisar Gibraltar, la costa de África y, en el horizonte, la cordillera del Atlas. Hacia el interior, el paisaje se abre en un entramado de valles y montañas que revela la riqueza natural del entorno.
Vegetación mediterránea y bosques de montaña
Aunque la Sierra Blanca se caracteriza por la escasez de vegetación en sus rocas calizas, los alrededores de La Concha presentan extensos bosques y una gran variedad de especies. En ellos se alternan castaños, cerezos, olivos y helechos con diferentes tipos de pinos —carrascos, piñoneros, insignes y resineros—, además de pequeños pinsapos fruto de repoblaciones. Esta diversidad vegetal refuerza el atractivo paisajístico de la ruta y crea un contraste marcado entre el color claro de la piedra y el verde de los árboles.
Un refugio para la fauna silvestre
La sierra es también hogar de una fauna rica y variada. Entre las aves destacan las águilas reales, perdiceras y culebreras, así como azores, halcones peregrinos y buitres leonados que surcan el cielo. En las laderas y barrancos habitan mamíferos como ginetas, tejones, cabras monteses, corzos, garduñas, zorros, jabalíes y conejos. La presencia de estas especies convierte a Sierra Blanca en un enclave de gran interés para la observación de naturaleza.
También te puede interesar
Lo último