Un taller coral con broche emotivo
La Fundación Musical de Málaga celebró su VIII Taller de Canto Coral para niños en el Conservatorio Gonzalo Martín Tenllado. Más de 100 niños de seis escolanías distintas de la ciudad se apuntaron, muchos de ellos repiten bajo la dirección de Antonio Hernández Asensio, profesor de Cádiz que utiliza una metodología que engancha a los menores desde el minuto uno.
En la inauguración estuvieron presentes los patronos de la Fundación Musical así como la concejala de Cultura Gemma del Corral y el concejal Juan Cassá. Les acompañó el presidente de la Fundación Musical de Málaga Manuel S.Benedito, Eugenia S. Benedito y Elisa Domínguez de Gor, patronas y Luis Naranjo, responsable de actividades de la Fundación.
El resultado se mostró en un concierto de clausura ante la presencia de familiares y amigos de los pequeños músicos. El concierto fue un verdadero derroche de emociones y técnica. Los niños consiguieron un nivel extraordinario y llenaron el auditorio de "ilusión". Por un lado la de los alumnos por aprender cosas nuevas y poder mostrarlas a sus familiares; por otro, la su profesor Antonio Hernández que ya es el sexto año que dirige estos talleres junto a su mujer, la pianista Blanca Angériz. Según sus palabras, "es uno de los talleres más especiales" que organiza a lo largo del año, y son unos privilegiados por tener a la Fundación detrás que lo permite, ya que en otras ciudades de España no se realiza". Ilusión del resto de profesores que trabajan en las escolanías durante todo el año: Manolo Sanchidrian, Susana Cortés, Juan Manuel Montiel, MarioPorras y Elena Rodríguez. Ilusión también de los padres que comprueban como sus hijos están cada vez más entusiasmados con la música y sobre todo, la ilusión de los patronos de la Fundación que ven como el esfuerzo que se realiza durante todo el año tiene su recompensa.
El repertorio elegido por Hernández para la ocasión fue muy elogiado. Mezcla de culturas, empezando por una canción en hebreo que habla de la verdad, la justicia y la paz, su nombre Al shlosha d`varim de Allan E. Naplan. Continuaron con una composición andaluza El sol tiene frío de Juan Pablo Otero, le sucedió Agrican Alleluia de origen africano y terminaron con dos canciones navideñas, Navidad con paz y Night of silence.
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