La Lotería de Navidad esconde historias de lo más emocionantes tras sus premios, y es que cada persona decide en qué quiere gastar el dinero que le toca, y cada persona elige diferente. La anécdota que te vamos a contar hoy, es una de las anécdotas más bonitas de la Lotería de Navidad. Se trata de la historia de Ángel Oliván, el chocolatero de Calahorra.

Este hombre ganó 3 millones de pesetas en 1932 con el número 08182. Cualquiera podría haber perdido la cabeza y hacer mil cosas con ese dinero, como irse de viaje, comprarse la casa de sus sueños, un nuevo coche, etc, pero este hombre no. Lo que Ángel Oliván decidió hacer con su dinero ha pasado a la historia como una de las anécdotas más conmovedoras de la historia de la Lotería de Navidad.

Con los 3 millones de pesetas que ganó, Oliván decidió financiar la construcción de un colegio. Según la doctora en Historia María Antonia San Felipe, "Ángel Oliván hizo muchas cosas por Calahorra. Construyó el colegio que hoy lleva su nombre, financió la construcción, mediante un préstamo al Ayuntamiento del hospital municipal. Él también financió, lo que podríamos llamar, el primer Plan de Urbanismo de Calahorra. En fin, fue un hombre preocupado por su ciudad". Esta preocupación por su ciudad y la solidaridad que demostró compartiendo su premio en beneficio de sus convecinos y su ciudad, son los que le han llevado a formar parte de uno de los anuncios de la Lotería de Navidad de 2022, una campaña que lleva por lema Un sorteo extraordinario, lleno de historias extraordinarias. 

Según la doctora San Felipe, "ganamos todos. Ángel Oliván fue un filántropo, un hombre preocupado por su municipio. Hay muchos vestigios que nos lo recuerdan". Y es que este chocolatero hizo tanto por su ciudad de una manera tan desinteresada, que desde el año pasado 2021, el museo de la Romanización cuenta con una sala en memoria a él.

De igual manera, la historia de este chocolatero puede haber repartido suerte entre los habitantes de Calahorra, puesto que tras haber ganado el premio gordo Ángel Oliván en 1932, en el año 2002 volvió a tocar en este municipio. "Curiosamente, el año que se llevó el premio el chocolatero y el año en que la Cofradía de la Santa Vera Cruz, repartió la suerte en el municipio, coinciden en su terminación, en 2", explica María Antonia San Felipe.

Esta conmovedora historia en la que una simple persona comparte su premio y su ilusión con todo su municipio puede servir de ejemplo a muchas personas, y enseñarnos como la solidaridad puede llevarte mucho más lejos que el egoísmo. Por ello, la historia del chocolatero Ángel Oliván será conmemorada en la campaña de 'Un sorteo extraordinario, lleno de historias extraordinarias', ya que fue este extraordinario sorteo de Navidad el que dio a pie a que floreciera esta historia extraordinaria, llena de empatía, solidaridad e ilusión.