25 años de transformación ejemplar para Málaga, orgullo de un liderazgo visionario
La Málaga de hoy no se entiende sin Paco, porque más allá de su figura institucional, nuestro alcalde se ha ganado el cariño de todos los malagueños
Tribuna de opinión de Juanma Moreno: 'La Málaga que siempre vio Paco De la Torre'
Málaga encontró en Francisco de la Torre el liderazgo ambicioso y sereno que necesitaba para dar el gran salto hacia el futuro. Hoy, celebramos 25 años de impulso sostenido, de una transformación sin parangón entre las grandes ciudades de España. Una etapa que continúa, que sigue elevando el listón y que nos sitúa en una posición de privilegio gracias a una gestión que ya forma parte de los manuales del buen gobierno.
Aquel 4 de mayo de 2000, en el que Paco tomó posesión como alcalde, encendió la llama de una evolución que ha cambiado para siempre el pulso, la ambición y el orgullo de esta ciudad. Era el inicio de una etapa de renovación que hoy contemplamos con legítima satisfacción.
A lo largo de este periodo, Paco ha sido mucho más que un regidor, hasta convertirse en el gran arquitecto de la Málaga moderna. Su rigor, su visión estratégica y su dedicación incansable —herencia de su formación técnica y de su profunda vocación pública— han guiado un proceso que ha posicionado en la actualidad a esta ciudad como una de las capitales europeas más dinámicas en cultura, innovación, turismo y calidad de vida. Hoy, su legado es el orgullo de una ciudad que late con más fuerza que nunca.
Tuve el privilegio de formar parte de su equipo de gobierno durante doce años ocupando distintas responsabilidades municipales, y conozco de primera mano su dedicación inagotable, su pasión por Málaga, su obsesión por el detalle y su afán constante por mejorar cada rincón de nuestra ciudad. Virtudes que explican en buena medida el salto histórico que Málaga ha protagonizado en apenas una generación.
La Málaga de hoy no se entiende sin Paco, porque más allá de su figura institucional, nuestro alcalde se ha ganado el cariño de todos los malagueños, gracias a su cercanía y a su permanente compromiso con nuestra tierra.
Porque la transformación de Málaga ha sido profunda, no solo en cifras, sino sobre todo en alma y en visión. Hoy es una ciudad moderna, abierta al mundo, puntera en nuevas tecnologías, pero también fiel a su historia y orgullosa de sus raíces. En estas dos décadas, hemos visto cómo el centro histórico se ha reconvertido, con una peatonalización quejemplo para toda Europa en torno a una arteria principal, nuestra calle Larios, convertida en una de las principales vías de España y de Europa.
Una capital donde florecen museos de prestigio internacional y proyectos culturales de enorme proyección, que han situado a nuestra ciudad en el mapa global; cómo las grandes multinacionales han elegido Málaga para invertir, innovar y crecer; o cómo los ojos de Málaga se abrían al mar y su puerto dejaba de ser frontera para convertirse en un espacio de encuentro, de vida y de oportunidades.
A De la Torre también tenemos que agradecerle el haber sido el timón de grandes hitos en las infraestructuras estratégicas de Málaga. Bajo su mandato, la ciudad vivió la llegada del AVE, que nos situó en el mapa de las grandes conexiones ferroviarias de alta velocidad y reforzó la capitalidad como nodo clave del sur de Europa. Del mismo modo, el Palacio de Ferias y Congresos se ha consolidado como uno de los grandes referentes de la ciudad y todo un motor de actividad económica, de atracción de eventos y de posicionamiento internacional para Málaga.
Y eso se debe, en gran medida, a la guía firme y perseverante de Paco de la Torre. Una persona humilde, pero un alcalde ambicioso que ha hecho de la escucha activa una forma de gobernar, que ha preferido el detalle y el dato preciso a los discursos vacíos. Que siempre ha tenido claro que el verdadero éxito es el que se construye en equipo, día a día, barrio a barrio.
Por todo ello, desde el Gobierno de la Junta de Andalucía no solo tomamos nota de esta Málaga líder en tantos hitos, sino que nos inspiramos en su ejemplo para seguir haciendo de la nuestra la mejor tierra para vivir y para invertir.
Y lo hacemos con convicción, porque si esta ciudad ha demostrado que otra Málaga era posible, nuestra comunidad demuestra cada día que otra Andalucía también lo es.
Málaga ha hecho suya esa utopía que esbozaron los versos de Vicente Aleixandre, donde “la ciudad soñada se levanta del alma colectiva”, y es ya una capital vibrante, llena de oportunidades y de un futuro que se forja con cada paso. En los últimos seis años, nuestra comunidad ha sido testigo de ese espíritu de transformación, ese impulso incansable hacia un mañana mejor, como el de la “ciudad soñada” en la poesía, pero palpable, real, y lleno de esperanza.
En suma, hoy celebramos un aniversario que no es solo un homenaje a la trayectoria de Paco de la Torre, sino un compromiso renovado con el presente y el futuro de Málaga. Porque aún quedan sueños por alcanzar: más oportunidades, más sostenibilidad, más prosperidad para todos. Y porque, como el propio Paco ha repetido tantas veces, los logros no son un punto final, sino un punto de partida para seguir avanzando.
Podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que gracias a un alcalde Málaga encontró su impulso. Por todo ello, gracias, Paco, por tu dedicación. Gracias por tu ejemplo. Gracias por enseñarnos que el progreso es posible cuando se lidera con corazón, con cabeza y con humildad.
Sigamos soñando juntos. Sigamos construyendo la Málaga que todos queremos.
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