La compañía malagueña AT4 Wireless está subida en el carro tecnológico internacional y eso le está permitiendo crecer de forma continuada en los últimos años. El 2014 ha sido especialmente satisfactorio para esta firma, pues ha aumentado su facturación agregada un 15%, hasta alcanzar los 30 millones de euros, y ha disparado su beneficio bruto un 58% al sumar 5 millones de euros. El ebitda (beneficio antes de intereses, impuestos y amortizaciones) fue de 7,8 millones de euros, un 40% más.

"El 2014 ha sido un año extraordinario. Superamos los niveles de cuando teníamos la ingeniería [en 2012 vendieron su división de sistemas de medida, que representaba casi la mitad de la facturación y tenía 160 empleados, a la multinacional Agilent], estamos creciendo en todos los mercados, hemos conseguido un posicionamiento excelente en Japón y las perspectivas para este 2015 son muy buenas", destacó ayer a este diario Luis Fernando Martínez, director general de la compañía.

AT4 Wireless está especializada en la medición de radiaciones de productos electrónicos para comprobar que éstas no son nocivas para el ser humano y que no interfieran en el funcionamiento de otros aparatos. En el mundo se pueden contar con los dedos de una mano las empresas que tienen laboratorios de este tipo y la firma malagueña es una de ellas. Compite cara a cara con multinacionales y para ello tiene filiales en Estados Unidos, Taiwán, Chile y en 2013 abrieron un laboratorio en Japón junto a Toyo Corporation. En España poseen además oficinas en Sevilla y Madrid. Si le suman su red de agentes tienen presencia directa en 25 países y realizan proyectos en 200. La sede central está en Málaga, donde han pasado de tener 170 empleados en 2012 a 208 el ejercicio pasado, y, en su conjunto, superan los 300 trabajadores. Martínez apuntó que van a aumentar la plantilla este año, sobre todo en el extranjero.

Miden la radiación de todo tipo de aparatos, desde teléfonos móviles hasta tragaperras y cuenta con clientes de la talla de Telefónica, Vodafone o AT&T. Siguen especializados en la tecnología inalámbrica y están entrando con fuerza en sectores como la automoción o la sanidad. Cabe señalar que antes de que salga al mercado cualquier producto es necesario medir su posible radiación, de forma que los profesionales de AT4 van adelantados unos años. De hecho, ya están trabajando en el 5G y saben por dónde van los tiros en los próximos años. Fernando Hardasmal, subdirector general, explica que se está investigando el uso de tecnología inalámbrica en automoción, sanidad, seguridad, logística, aeronáutica, la defensa militar o el llamado internet de las cosas.

En la automoción, por ejemplo, se podrán ver en breve vehículos con wifi y carga inalámbrica de dispositivos de serie. "Ya se está probando e incluso ya se ha incorporado en coches de alta gama", subrayó. Habrá bombillas con un dispositivo wifi en el casquillo a través del cual permitirán al usuario no solo apagar o encender la luz de una habitación sin necesidad de levantarse, a través de su teléfono móvil o tablet, sino incluso programar su encendido automático a una determinada hora. "Se podrá encender la luz en lugar de poner el despertador y así es menos desagradable", bromeó Hardasmal. Se están proyectando cepillos de dientes con bluetooth y saldrán a la venta anillos que, midiendo la presión sanguínea, analizan el estado de ánimo del portador. AT4 está inmerso en un proyecto, denominado Cronos, que permite realizar un seguimiento de pacientes crónicos pulmonares o cardiológicos desde su domicilio evitando así su hospitalización.

La tecnología avanza a una velocidad vertiginosa y las empresas tienen que ir a la par si quieren ser competitivas. Martínez destacó que AT4 Wireless ha invertido 18,7 millones de euros desde 2011 -el año pasado adquirieron una cámara única en Europa para medir el rendimiento de las antenas en dispositivo, entre otras cosas- y en 2015 prevén desembolsar otros 3,5 millones de euros para ampliar sus líneas y cubrir nuevos segmentos de mercado.